Parte 14

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La festividad había pasado totalmente y todos regresaban a su rutina en Seúl. Giselle no sabía en qué estaba pensando al aceptar en ir hasta el café de Minjeong, pero ahí estaba con Somi y su plan nada elaborado, del que no podía escapar. Su amiga se reía divertida  al ver lo mucho que la castaña estaba estresada por la situación  y nerviosa cada que Ning la observaba a lo lejos o cuando pasaba cerca de su mesa. La insistencia de la rubia se trataba de ayudar a Giselle a entablar una conversación con la menor, para conocer si realmente podía tener alguna esperanza o nada en absoluto. La castaña solo aceptó el plan de Somi porque no tenía nada más entretenido que hacer, sin embargo, ya estando en el lugar se arrepentía bastante de su decisión.

-¿Qué tan díficil puede ser el decirle "quiero conocerte más"?- la rubia preguntó sin quitar la vista de su celular. 

-Claro, para ti es fácil porque tienes lo doble de confianza que yo. 

-Por supuesto, todo en esta vida se gana a base de ella. Además, no es tan sencillo para mí como lo crees, no debí haberme tardado contigo. 

-Tenías otras prioridades también.- las dos ofrecieron una sonrisa de comprensión.

-Como sea, lo que importa es el ahora y sé que de verdad te gusta, Gi. No por nada soy de tus mejores amigas.

-Pero no siempre que nos guste una persona significa que sucederá algo más. 

-Estoy de acuerdo, pero no puedes ser tan aburrida, solo se trata de conocerla y ya. Además, por experiencia propia, si te tardas puedes arrepentirte...

-No creo que me arrepienta, porque prefiero olvidarme de eso.

-Qué bueno que te rindas tan pronto porque alguien más ya se adelantó.

Giselle no entendió la respuesta hasta que siguió la mirada de su amiga y se encontró con un chico muy bien parecido. Era castaño y más alto que Ning, el joven sonreía nervioso mientras rascaba su cuello y la pelinegra le sonreía de vuelta como tanto le gustaba a Giselle. Pero, ya estaba. Ya había confirmado que no tenía ninguna oportunidad. Quitó su vista de la escena y continuó bebiendo de su café.

-Ya se van, vamos a seguirlos... ¡Apúrate, Gi!- la rubia se paró de su asiento. Y siguió la dirección del par.

Giselle asustada, trató de detenerla.-Somi, no soy una stalker. ¿Podemos olvidarlo?

-No, es lo menos que puedes hacer por mí después de rechazarme. Ahora vamos, tenemos que ser muy cuidadosas para que no se den cuenta.

Giselle puso sus ojos en blanco y siguió a la rubia a regañadientes. La misión fue toda una tortura porque el par de jóvenes parecían estar en una cita, ya que iban de tienda en tienda, se tomaban fotos y probaban de la comida del otro. La castaña estaba segura que eran novios. Así que cualquier esperanza que su amiga le haya intentado dar, en esos momentos estaba muriendo. Quiso retirarse pero Somi no la dejó, se quedaron viendo de cerca unos momentos más. Pero, de rato se distrajeron con una tienda de ropa que al parecer tenía buenas ofertas. Así que entraron y se olvidaron de su objetivo. Giselle prefería mucho más estar en un lugar seguro, sin pensar nada al respecto y agradecía que a su amiga se le había olvidado el asunto.

-Unnie.- la castaña se volteó para encontrarse con Ning que sonreía tímida.- Hola, otra vez.

-H-hola, no sabía que estabas por aquí...- la risa de Giselle estaba cargada de nerviosismo que fue muy evidente.

-Te he visto seguirme por un rato.

El rostro de la mayor se puso totalmente rojo y sus ojos se abrían en sorpresa. Definitivamente no era buena espiando a las personas, por eso no le gustaba hacerlo.

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