Renesmee Cullen se destacaba por ser muy tranquila, jamás rompería un plato, ni por más molesta que estuviera. Eran pocas las veces en que Nessie realmente se molestara de verdad, hasta el punto de no hablarte jamás. Su temperamento era tranquilo, excepto cuando alguien cometía una injusticia o lastimaban a sus seres queridos.
Renesmee estaba enojada, con ella misma y su padre. Estaban discutiendo en este momento, pues el mayor no quería que su hija se uniera a la pelea, no quería que salga dañada, pero a Nessie no le importaba salir herida con tal de que sus amigos y familiares estén a salvo, sobre todo, las futuras madres de la manada, quienes habían comenzado a tomar un papel en su vida y quería protegerlas.
-Ya he dicho que no, Renesmee.-Dijo Edward, mirando a su hija con una expresión dura en su rostro. Odiaba pelear con ella, era como ver a una versión pequeña de su esposa.
-Papá, entiende que lo hago por todos.-Dijo Nessie, ignorando las miradas de sus tíos, abuelos y su madre.-Necesitarán todo el apoyo posible, puedo servir de algo. Fiorella dijo que era rápida y eso es una ventaja.
-No será un ventaja si Jacob, tu madre y yo estamos pendientes de que nada te pase.-Dijo Edward, cansado de discutir.
-Tu padre tiene razón, Ness.-Intervino Rosalie, quien estaba absolutamente de acuerdo con su hermano.
-¡No, no la tiene!. -Se quejó Renesmee, sin apartar la vista del vampiro cobrizo.-Yo no necesito que estén al pendiente mío. -Le respondió a su padre.-No lo necesite nunca. Puedo hacer las cosas por mi misma.
-No vale la pena seguir discutiendo esto, no irás y punto final.-Dijo Edward, cruzándose de brazos.
La de cabello rojizo gruñó y miró por última vez a su padre antes de salir corriendo a una ventana y saltar por allí, para continuar corriendo hacia el bosque en dirección a la reserva. Estaba tan molesta, cada árbol o tronco que encontraba en el camino lo pateaba o rompía. Estaba furiosa. Hacía días que no hablaba con Jacob, no desde la vez que habló con su madre de su pasado con el lobo. No me malinterpreten, Renesmee no estaba molesta con aquellos hechos, después de todo, ella no existía en esos tiempos, pero fue el mismo Jacob quien la estaba ignorando.
Cuando llegó a la línea del tratado, saltó sobre los acantilados y cayó de pie al otro lado. Su respiración era errática, su corazón bombeaba con más fuerza de lo normal. Un lobo marrón claro se acercó a ella con cautela, la hibrida supo reconocer quien era.
-Brady.-Murmuró Nessie.-¿Camila está contigo?. -Preguntó, el lobo negó y miró al bosque.-Iré a verla. ¿Sabes si estaba con Kath?.-El lobo gruñó. -Gracias.
La Cullen continuó su camino hacia la casa Littlesea, donde golpeó suavemente la puerta y una mujer le abrió. Renesmee sabía de antemano que los padres de Collin estarían en casa.
-Hola, señora Littlesea, ¿Está Camila?. -Preguntó Renesmee.
La mujer sonrió con pena y negó.
-Camila y Collin han ido a la casa de Fiorella Quintana.-Dijo la mujer.-Se han ido hace veinte minutos. ¿Quieres que te dé indicaciones para ir?.
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Different |10| J.B
FanfictionLibro n°10 de la saga: "Improntas Quileutes." "-Desde que te vi a los ojos, dejé de pertenecerme. Y ahora soy tuyo, Nessie. -¿Solo mío? -Completamente." 👤 Jacob Black