CAPÍTULO 1

546 22 0
                                    

Voy camino a casa después de un día horrible en el instituto. ¡Ha sido agotador! Tres exámenes un mismo día debería de estar prohibido pero por suerte es el último trimestre del curso y pronto llegarán las vacaciones de verano. De pronto una voz interrumpe mis pensamientos.
-¡Ana! Estás completamente atontada. ¿En qué piensas?
-Oh Paul, lo siento -río- . Estaba pensando en la mañana agotadora que he tenido.
-Bueno, es viernes, por fin. ¿Irás a la fiesta de Jack con Kate o te quedarás de nuevo en casa tirada en el sofá comiendo helado de chocolate? Dice riendo.
-No lo sé -estaba tan absorta en mis pensamientos que ni recordaba que hoy era viernes y que tengo que ir de compras para la fiesta aunque no me apetece ir-.
-Vamos Ana, no seas aburrida. He hablado con Kate y está deseando ir ya sabes por qué, querrá cazar a otro chico. -dice riendo.
-¡Paul! Si iré y no hables así de mi mejor amiga -digo enfadada-.

Por fin salgo de ese maldito autobús, Paul es un pesado pero es mi amigo y le quiero, a él le gustaría que fueramos algo más pero es como mi hermano ya que nuestras madres son amigas desde pequeñas.
-¡Mamá, ya estoy en casa!
-Estoy en la cocina, terminando la comida cariño.
Me siento en la mesa deseando que mi preciosa madre me ponga ese puré que huele tan bien, ¡estoy hambrienta!
-¿Que tal la mañana mi pequeña? Me dice con una sonrisa poniendo el delicioso plato en la mesa.
-Bien, cansada. Mamá no me llames pequeña, no tengo 5 años.
-Para no serlo te comportas como tal. ¿Cuantas veces te he dicho que te recojas esa larga melena cuando vas a comer? Un día de estos mientras duermes te la corto. -dice riendo mientras me hace una trenza.

Ya casi son las seis. Me preparo para irme con Kate de compras y cuando estoy lista salgo y voy hacia el coche donde me espera con una enorme sonrisa.

-¡Esta noche ligamos! -dice riendo a carcajadas como si fuera una niña pequeña-.
-Por dios Kate, controlate un poco esta noche. Lo que no sé es como tus padres te han dejado salir después del numerito que montaste la última vez, río. -Kate es un poco loca y suele hacer tonterías de esas que no puedes hacer más que descojonarte, hace que me sienta la más fuerte del mundo después de cada caída kilométrica estando ella ahí abajo para sujetarme con un solo dedo. Es preciosa, por fuera y por dentro y aunque se ponga del revés seguiría abriendo bocas a su paso firme de tacón, y me apoyó en el momento más duro de mi vida cuando murió mi padre.-

Kate y yo nos dirigimos al centro comercial a comprar algo de ropa. Después de recorrernos medio centro comercial y no encontrar absolutamente nada preferiría no ir a la fiesta.

-¿Es necesario que vayamos a esa estúpida fiesta? -La miré y le pusé cara triste-.
-¡ANA POR DIOS! -me grita- que aburrida eres, es viernes. ¿Que te vas a quedar en casa estudiando o durmiendo? No, no y no. Vendrás conmigo, compraremos un vestido que dejarán a todos con la boca abierta.
-Vale, vale, no me chilles mandona.
-Lo siento, quiero que te lo pases bien, te lo mereces Ana.
-Lo sé, por eso te quiero -le sonrío-.
-Y yo ati. Vamos a mirar ropa, quedan pocas horas para que empiece la fiesta y mira como estamos.

Amor imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora