CAPÍTULO 17

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Me desperté por el sonido de un móvil, el teléfono de John sonaba, lo cogí para ver quien era y como vi que era un número desconocido decidí no contestar. Miré a John y estaba todavía durmiendo, es un auténtico placer verlo dormir. Recuerdo todo lo que pasó anoche, como me trató, como tenía miedo de hacerme daño otra vez y solo tengo ganas de espachurrarlo entre mis brazos y dejarlo sin respiración. Comencé a hacerle caricias por las mejillas y John se removió pero siguió durmiendo como un bebé. Es increíble como cambian las cosas de un día para otro, ayer no quería ni verlo y hoy estoy durmiendo a su lado. Lo único que me importa en este momento es él y yo, y nada más.

-Buenos días, ¿te han dicho que eres preciosa recién levantada? -me sonrió y me dio un beso en los labios, yo le devolví la sonrisa-. ¿En qué pensabas?

-Eso nunca lo sabrás -le guiñé un ojo-.

-¿Donde te crees que vas? -dijo cogiéndome el brazo-.

-A la ducha. -dije riendo-.

-¡Vamos!

-Contigo no. -le dí un golpe y el soltó una carcajada-.

-Te prepararé el desayuno mientras. -me dio un pequeño beso en los labios y se fue-.

Tras abrir 4 puertas por fin encontré el baño. Me miré al espejo y tenía una sonrisa de oreja a oreja. ¡Estoy feliz! Cuando me quité toda la ropa me metí a la ducha. No hay nada mejor que una ducha para despejarte.

-¡Eres idiota o qué! -grité cuando noté que John entraba en la ducha-. ¿Tu no me ibas a preparar el desayuno?

-No hay nada que no haya visto. -se acercó poco a poco ami y yo le restregué por la cara la espuma que tenía en la mano y empecé a reír-. Dime que no has hecho lo que creo que has hecho.

Así estuvimos una hora, peleando en la ducha como unos críos.

CRISTINA

Me vestí con un chándal y unas zapatillas deportivas. Hoy como no tengo nada que hacer iré a correr, me encantaría estar con Dylan pero tenía un problema familiar que ayer no me quiso contar y se fue. Les envíe un mensaje a mis amigas para pasar el día juntas por que las echo de menos, y hemos quedado esta tarde para hacer maratón de pelis y comer helado hasta que nos duela la barriga. ¿Puedo tener unas amigas mejores? Sé que están locas pero eso las hace especiales. Ana es la chica que todos quisieran tener y Kate es un torbellino, es la que más locuras hace. A veces podemos tener malas rachas pero sé que si nos necesitamos, lo dejamos todo. Somos de las amigas que si una llora terminamos las tres llorando aunque no solemos contarnos los problemas que tenemos por que somos las tres igual de reservadas pero aún así las quiero más que nada y son para mí como hermanas.

Cuando estoy a punto de salir el timbre empezó a sonar. Pensé que era Dylan pero me quedé completamente quieta cuando ví a la persona que menos creí que vendría a buscarme.

-¿Que haces aquí?

-¿Puedo pasar o es que quieres que hablemos en la puerta? -me eché hacia un lado y Kevin pasó-.

-Ya estás dentro, ¿que quieres?

-Te quiero a ti. -¿que ha dicho? ¿ami?-.

-¿Que dices Kevin? ¿Estás borracho?

-No, quiero volver contigo, sé que tu me quieres y estás usando al idiota de Dylan. -se acercó ami y me besó, pero no era un beso como me los da Dylan. Era un beso realmente asqueroso, tanto que pensé que le vomitaría en la cara.-.

-No vuelvas a tocarme, ¿lo entiendes? -le grité-.

-Puedo hacer contigo lo que me dé la gana, tu eres mía.

-¡Yo no soy de nadie! Y estoy con Dylan, es diferente a ti. Me valora, me respeta, me quiere. Eres un asco de persona Kevin, antes te quería créeme que hubiera dado todo por ti pero solo me has demostrado que no vales nada como persona. Quiero que te alejes de mi, no quiero verte, no te quiero tener en mi vida. ¡Quiero que desaparezcas de una puta vez de mi vida! -grité llorando , Kevin se acercó ami y me dio un puñetazo en el ojo-.

-Eres una zorra, te haré la vida imposible. Nunca podrás alejarte de mí. -antes de irse me escupió en la cara-.

Las lágrimas comenzaron a salir, no podía volver a esto, otra vez no. Cuando vi como me había dejado comencé a llorar todavía más. Me sentía mal conmigo misma, me sentía como si fuera una inútil, como si no valiera nada, ¿como dejé que volviera a pegarme? ¿que les diré a mis amigas? y lo peor de todo ¿que le diré a Dylan, y si Kevin le hace algo? Me senté en el suelo, me abracé las piernas y enterré la cabeza en ellas. Solo sé que no puedo vivir así y no puedo enfrentarme a él.

Amor imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora