CAPÍTULO 20

102 14 1
                                    

Me desperté por el sonido de un móvil. Miré a John y aún estaba totalmente dormido. Cogí el móvil de la mesilla y contesté.

-¿Si? -contesté medio dormida-.

-¿Por que no contestabas? -dijo mi madre haciéndose la ofendida-.

-Mamá, ¿por que no llamas a una hora medianamente normal? -pregunté con el mismo tono de voz-.

-Son las siete, pensaba que estarías despierta por que el director nos dijo que teníais que estar listos para hacer unos juegos o no se qué cosa.

-Si pero me levanto más tarde. -suspiré-. ¿Como estás?

-Estoy bien, con mucho trabajo y eso. ¿Y tu cariño? ¿Estas comiendo bien? No quiero que vengas más delgada de lo que te fuiste -soltó una risilla-. Bueno cariño, voy a vestirme que tengo que trabajar y si llego tarde mi jefe se enfadará y no me conviene verlo enfadado -las dos reímos-. Cuídate cariño, te quiero.

-Yo también te quiero -contesté-.

-¡No te duermas que te conozco y se te hará tarde! -gritó-.

-¡Que si, pesada! -y colgué-.

Miré otra vez a John. Podría caer una bomba a su lado y no se despertaría, le acaricié la mejilla y me volví a acomodar en la cama y cerré los ojos. Solo 5 minutos más...

-¡Mierda Ana, despierta! -gritó John-.

-Un ratito más.. -dije tapándome con las sábanas-.

-Ana llegamos tardísimo, o levantas tu culo gordo de la cama o te dejo aquí sola -amenazó y yo le levanté el dedo de en medio como respuesta -. Venga, anda.

-¡Ya voy, pesado! -grité enfadada y me levanté de la cama-.

-Vaya genio por la mañana temprano -río y me cogió de la muñeca para acercarme a él -.

-¡No! -grité girando la cara y tapándome la boca con mis manos. John me miró sin entender-. Me acabo de levantar John.

-¿Y?

-¿Que no me he lavado los dientes? -dije como si fuera obvio-.

-Si aguanto tu cara de momia de recién levantada aguanto tu aliento apestoso -soltó una carcajada y enfadada cogí mi ropa y me dirigí al baño-. No te enfades tonta, sal que te dé un beso -hizo una pausa-. Pero después de lavarte los dientes -dijo riendo otra vez-.

-¡Que te den! -grité-.

Cuando me aseguré de que John salió de la cabaña, volví a acostarme. Tenía mucho sueño como para ponerme a estas horas a jugar a cualquier estúpido juego, diré que me encontraba mal.

KATE

Después de los malditos juegos me sentía mal. Realmente mal. Tanto físicamente como mentalmente. Me acuesto mirando al techo y me pongo a pensar. ¿Que pensarán mis amigas sobre mi embarazo? ¿Que dirá la gente cuando se entere de que una niña de 17 años está embarazada? Y digo niña por que no me considero alguien madura, ni si quiera soy capaz de cuidar de mi misma, ¿como voy a saber cuidar de alguien que dependerá totalmente de mí? ¿Y mis padres? ¿Que dirán mis padres de mí? Y lo peor de todo, ¿y si a Jack le entra el miedo y me abandona? Tendré que ejercer el papel de padre y de madre, no creo estar preparada para tal responsabilidad y eso me aterra. Me aterra esta situación, soy solo una niña de 17 años. Pero deshacerme de la pequeña vida que crece en mi interior ni si quiera es una opción. Si soy mayor para unas cosas, soy mayor para afrontar las consecuencias de mis actos, por muy doloroso que llegue a ser lo que pueda sucederme.

-Trataré de darte siempre lo mejor, no permitiré que nadie te haga daño. -digo acariciando mi vientre mientras miles de lágrimas salen sin poder controlarlas-.

Pasan 15 minutos y Jack entra por la puerta sonriéndome pero al verme su sonrisa se borra por completo. Lleva una caja pequeña en la mano.

-Kate, cariño deja de llorar. -dice Jack, se acuesta a mi lado y me abraza-.

-Me preocupa no ser buena madre -confieso-. Me preocupa la reacción de mis padres, de las chicas, pero me preocupas sobre todo tu..

-¿Yo? -pregunta sin saber a que me refiero-.

-Me da miedo que te des cuenta de que en realidad no quieres tenerlo y nos abandones -digo llorando todavía más fuerte-.

-¿De verdad piensas eso, Kate? -me mira ofendido y yo agacho la mirada-. Mírame Kate. ¿Piensas eso de mí? Si crees que sería capaz de hacerte eso me parece que no me conoces tanto como creía. -dice levantándose y dirigiéndose hacia la puerta-.

-Jack yo.. -se gira y me deja la caja en la cama-.

-Cuando se te vayan esas estúpidas dudas tuyas lo abres. -y se va-.

Me levanto y cojo la caja, la abro y son unos bambos pequeños para el bebé. Y otra vez comienzo a llorar. ¡Perfecto Kate, eres una genia!

No puedo creer que me haya peleado con Jack, nosotros nunca nos habíamos peleado, solo peleillas tontas que arreglamos a los cinco minutos. Pero esto no. Soy tonta, por que en realidad el no me ha dado motivos para creer que me dejará, al revés, desde que sabemos que estoy embarazada ha estado cuidándome, preocupándose por mi y yo le digo esto. Él también es joven y seguro que se siente igual que yo y solo por mis inseguridades he metido la pata hasta el fondo. Creo que le debo una disculpa..

Amor imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora