Extra 1

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Era una de las noches más frías del mes, Tadashi estaba seguro que incluso nevaría, pero no podía dejar que el frío lo retrasará para llegar a su trabajo en la cafetería.


Hace 6 meses que trabajaba allí y con seguridad podía decir que era el mejor empleo del mundo, sus jefes eran personas muy amables y la cafetería estaba llena de animales adorables y cariñosos. Muy pocas veces había lidiado con clientes difíciles, los clientes eran regulares y solían dejar buenas propinas.


"Tadashi" saludo su jefa "Ven acércate aquí, no quiero que te enfermes con este frío"


La cafetería estaba inusualmente vacía, pero era de esperarse por el clima, además de la hora.


Todos estaban rodeando al calefactor, algunos gatos brindaban calor en los regazos del personal.


"No creo que vayamos a tener muchos clientes hoy" dijo la señora "Podremos cerrar en unas horas, solo debemos encargarnos de la limpieza"


Los tres donceles asintieron, pero ninguno tenía ganas de moverse de su lugar.


"Yo sacaré la basura" Tadashi tomó la iniciativa moviéndose lejos del grupo y tomando las fundas listas a un lado de la puerta.


Al abrir la puerta trasera sintió una ráfaga de viento que le hizo arrepentirse, pero al mal paso darle prisa pensó corriendo hacía los contenedores de basura al final del callejón.


Levantó las bolsas y las tiró, escuchó el golpe y algo más... pero no venía del contenedor y no sonaba como un animal, el suave quejido y llanto parecía venir de atrás del contenedor.


Dejo escapar un grito cuando vio al pequeño bebé en una caja, no podía tener más de un año y ahí estaba solo... solo y sin nadie que lo protegiese.


"Pequeño..." susurró agachándose a tomarlo en brazos "Estas helado..." las lagrimas se empezaban a juntar en sus ojos ¿Cómo podían abandonar a una criatura tan indefensa de esta manera y en este clima? ¡No tenían corazón!


Corrió de vuelta al local con el pequeño en brazos.


"Necesitamos una ambulancia" anunció apenas entró "Encontré a un bebé"


La señora no tardó en llamar a los paramédicos, mientras Tadashi se encargaba de ayudar al pequeño a entrar en calor, lo envolvió en su chaqueta y lo acercó al calefactor. Algunos animales se pusieron junto a él como si entendieran la situación del infante.


Pasaron 20 minutos antes de que los paramédicos llegaran, Tadashi suplicó ir con ellos al hospital y después de mucho llanto lo permitieron.








El bebé era prematuro, y Tadashi solo lo podía ver en la incubadora.


"¿Qué pasará con él?" faltaba tan solo una semana para que lo sacaran y él lo había visitado sin falta cada día.


"Entrará al sistema de adopción" le informó la joven de servicios sociales "Como es un bebé tiene más probabilidades de ser adoptado, pero no es seguro que lleguen a adoptarlo"


"¿Qué necesitó para adoptarlo?" la joven lo miró.


Desde hace tres semanas que visitaba el hospital a diario y conocía a la encargada de los servicios sociales y a todo el personal en el piso.


"Es un proceso largo" advirtió "Trabajo estable y sueldo suficiente para mantenerlos, residencia digna y segura, ser mayor de 21 años, si estas casado deben tener más de tres años, no tener antecedentes penales... eso es lo básico, después hay pruebas psicológicas y papeleo"


"¿Puedo aplicar desde ahora?" preguntó "Cumplo con todo eso"


"Hablaré con mis supervisores"









Fueron meses, meses llenos de llanto y emoción, cada vez que le decían que podría ser que no se quedará con Yuta y la emoción cuando le dieron el visto bueno para la adopción del pequeño.


Siempre tuvo el apoyo de Kei, juntos asistieron a las citas y nunca se vieron débiles ante los servicios. Juntos criarían a Yuta y cuando les dijeron que vivir separados podía ser un problema, se mudaron juntos una semana después.


Yuta llegó con 6 meses de edad a sus brazos y no esperaba que fuese fácil, cuidó por unos años a su hermana, pero no era lo mismo que cuidar a su mismo hijo, porque Yuta era su hijo y nadie podría negarlo.


Kei también era un excelente padre, se quedaba con él cada vez que Tad tenía clases o a veces cuando tenían que llevarlo a clases el pequeño lograba ganarse a sus compañeros y profesores.


Yuta era un sol en su vida y nunca se arrepentiría de adoptarlo.





Hola... ha pasado tiempo, esto es el capitulo que logré escribir después de mucho tiempo de dejar de hacerlo y lamento el tiempo... sigo mal y es un proceso largo y espero no demorarme tanto con el último extra de Shoyo y Tobio.

Les agradezco su paciencia y su apoyo.

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⏰ Última actualización: Mar 09, 2022 ⏰

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