Apoyo

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Koushi sabía que las cosas no volverían a ser las mismas, él entendía que lo que pasó con Tom dejaría una marca en su familia, en él, pero también entendía que ellos decidían como cargarlas. Después de que Tadashi fue dado de alta los llevó a un psicólogo, sabía que necesitaban ayuda, tomaron sesiones familiares y en solitario.

Al mes de su salida del hospital, Tadashi fue al consultorio de Wakatoshi... pero sin importar las pruebas el resultado fue el mismo, no podían hacer nada por él, pero esta vez lo entendía y, aunque le dolía, lo aceptó. Al final, había muchos niños que deseaban un hogar y el podía dárselo, en el futuro, por ahora se concentraría en el presente y en lo que quería convertirse.

Por otro lado, estaba Shouyo, a los ojos de la mayoría parecía él menos afectado de todo el problema, no paso por los tratamientos, su hermano se sacrificó por él, pero él salió ileso. Y aunque ellos no podían ver nada malo con él, eso no significaba que no lo estuviera. Cada noche se despertaba asustado buscando a Tadashi, y no podía volver a dormir si no era con él. Todo el día pensaba en que pudo hacer diferente, en que si hubiese notado que la trampilla estaba floja o si hubiesen tomado otro camino... él se culpaba todo el día. No importaba cuantas veces Tad lo abrazará, él no dejaría de culparse... paso un año antes de que Shouyo comprendiera, completamente, que no era su culpa.

Y Daichi y Koushi estaban allí para amarlos y cuidarlos, para apoyarlos y mostrarles que el mundo no era tan malo.

-¿Kei va a aplicar a universidades en Seúl? – faltaba un año para que acabaran la secundaria, a penas un año, para muchos parecía mucho tiempo, pero en realidad era muy corto, sería la última vez que jugarían voleibol juntos, el último año en el que estarían todo el tiempo juntos, porque contrario a lo que todos pensaban Tadashi y Shouyo no tenían en mente el mismo lugar.

-Si... mañana lo acompañaré a una feria, tal vez encuentre algo para mi – desde lo sucedido con Tom ambos decidieron que cada semana tendrían un día solo para ellos, algunas veces saldrían al cine o a comer algo, o simplemente se quedarían en casa a ver televisión y conversar - ¿Quieres venir?

-No, estoy esperando a los reclutadores... ya sabes, en el último partido mostraron interés en mi y en Tobio.

-¿Cómo no lo harían? Ustedes dos son el duo raro.

-No quiero alejarme de ustedes... - confesó – es decir, nunca hemos estado separados y si necesitan a alguien que salte muy alto para bajar algo de la nevera y si Hana necesita a alguien que represente el sol en una exposición, no sería un buen hermano si la dejará así...

-Deja de poner escusas – interrumpió Tadashi acariciando la cabeza del pelinaranja – no eres reemplazable, pero debes seguir tu vida y hacer lo que amas, además vendrás todas las vacaciones, al igual que yo.

-Pero... no estaremos juntos, me refiero así como ahorita y papás van a estar tristes, Hana apenas tiene unos meses y crecerá sin vernos todos los días...

-Es verdad, pero podemos hacer vídeo llamadas, ella no nos olvidará – Hana apenas había nacido hace cuatro meses y ya era la adoración de toda la familia, la pequeña de ojos grises y cabello negro había llamado la atención de todos y cautivado a cada persona que la miraba.

-¿En serio te vas a ir con él a Seúl? – Shouyo tenía sus ojos cristalizados, y lo miraba como un perrito abandonado, como si fuera a perder algo muy valioso.

-No, no lo sé, debo decidir y tu también.

-El equipo coreano es bueno... quizá

-¿Lo harás por mi o por ti?

-¿Qué?

-¿Aplicarás al equipo coreano por mi o por ti? – entendía a su hermano, en serio lo hacia porque para él tampoco sería fácil, él tampoco deseaba dejar a Hana o a sus padres... o a Kei, pero lo haría, porque debía hacer su vida y entendía que ellos siempre estarían ahí, aun si pasaran años, incluso estando separados por un océano ellos seguirían siendo su familia – No vamos a vivir juntos toda la vida, pero siempre estaremos cuando el otro nos necesite, aun si pasamos años sin hablar, tenemos un año más para estar con Hana y ella no nos olvidará, somos sus hermanos y nos verá cada vez que llamemos o cuando vengamos de vacaciones. Y tu, tu estarás bien donde sea que vayas porque eres muy talentoso e inteligente – Tadashi se detuvo un momento para agregar - para lo que quieres, ¿Qué es lo que te asusta?

Reencuentro en HalloweenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora