Ser una pareja

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Pero Tadashi no dejó que Kei entrase el siguiente día, ni en toda la semana.

¿Qué era lo mejor para él? Él amaba a Kei, pasó mucho tiempo para que fueran novios, y solo serlo lo lleno de felicidad, ver las sonrisas y el cariño que Kei le daba solo a él lo hacía la persona más feliz de todo el mundo, recordar su primer beso o su primera vez pero ahora, no deseaba que esto fuera un problema más adelante, en la escuela siempre escuchaba historias de donceles que no conseguían quedar en cinta y como eso volvía infelices a sus parejas, él no deseaba que eso les sucediera, no quería que Kei fuera infeliz.

-¿Qué debo hacer? – miró a su hermano, su pequeño solecito no lo había dejado solo desde que despertó, pasaba todo el día con él y en las noches se quedaba hasta el final de la hora de visita. Tadashi sabía que se culpaba por lo que pasó – Ven, acuéstate aquí - Shouyo no dudó en acercarse y rodear los hombros de su hermano.

-¿Qué es lo que piensas? – preguntó besándole la mejilla, Shouyo había empezado a tener ese hábito desde que despertó - ¿Por qué piensas que es lo que debes hacer?

-No quiero que Kei sea infeliz... - respondió con sinceridad, lo que más le atemorizaba era terminar hiriéndolo – tu también has escuchado todas las historias de parejas que no logran tener hijos... no duran.

-¿Y haz pensado que quizá terminar contigo lo haga infeliz? Es decir, el te ama mucho y deja de verse como un idiota cuando están juntos, incluso sonríe... él te ama mucho – nunca había escuchado a su hermano hablar tan confiado y serio – creo que deberías poner en orden las cosas, Kei se enamoró de ti no de tu útero... Incluso si fueras un varón él te amaría.

-Yo...

-No me respondas – interrumpió Shouyo – solo piénsalo, además, debe haber una razón para que no lo dejarás entrar en toda la semana, tal vez solo no deseas que se acabe, así que no lo dejarás entrar hasta tener una respuesta clara.

Tadashi sonrió ¿Desde cuando su hermano era tan listo?

-Nada de lo que pasó fue tu culpa – susurró antes de abrazarlo – no fue tu culpa caer, ni tampoco que te capturaran, incluso lo que yo decidí fue solo una pieza que alguien más movió por nosotros – Tadashi ya no quería ver a su hermano triste, no deseaba escucharlo llorar cuando pensaba que estaba dormido, su hermano no fue el culpable de nada – te amo, solecito.

Shouyo no respondió, pero Tadashi sintió como su cuerpo se relajaba y como su hombro era levemente empapado por las lágrimas del pelinaranja.






Tadashi necesitó una semana más para aclarar su mente, una semana en la que el rubio espero fuera de la habitación de hospital. A pesar de tener una respuesta no fue capaz de dejarlo entrar.

-Bebé – Koushi ayudaba a su hijo a terminar de arreglarse – Tengo una buena noticia – miró a su madre por el reflejo del espejo y fue un alivió ver una sonrisa, aunque muy leve, pero la primera sonrisa en esas dos semanas – recuerdas a Wakatoshi, él ayudo a Yuu con su problema para quedar embarazado – tadashi asintió – va a ayudarnos a...

-A curarme – terminó la frase por su madre - ¿Él podrá hacer algo...? Los doctores dijeron que era irreversible...

-Él verá si puede hacer algo... - su madre dejó un beso en su cabeza – no debes perder las esperanzas, tal vez todavía queda algo.

-No las he perdido, solo... - suspiró tratando de ordenar sus pensamientos – solo necesitaba un empujón, me sentí perdido, es todo lo que he aprendido.

Reencuentro en HalloweenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora