Stars like Diamonds in your eyes

07. Caminar en silencio

Cuando haya líneas en silencio pondré la traducción hasta el final.

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Le jodía lo que a sus ojos era falta de organización, de seriedad, es decir ¿se suponía que todo mundo conociera la ubicación de la casa de De Luque? ¿A qué hora empezaba todo?

Mascullaba unos cuantos improperios cuando llegó Luzu preguntando si quería que hicieran camino juntos, un problema menos, pensó.

El castaño iba hablando de quien sería su anfitrión, algo vanidoso, pero el mejor héroe, según su propia opinión, el de cabellos oscuros iba en realidad distraído y hasta molesto pensando en la mierdecilla que lo había reclutado en primer lugar, lo arrastraba y ahora ni siquiera se había reportado.

Sin embargo el repentino silencio de la persona a su lado lo sacó de su ensimismamiento y volteó a ver al más bajo, a quien aun en la oscuridad podía ver que llevaba la mirada gacha y una sonrisa algo triste, desde su perspectiva pudo hurgar un poco bajo el flequillo y casi pudo jurar que vio algo brillar debajo, pero no pudo seguir curioseando porque el otro se percató de sus mirada atenta.

—Disculpa, es que te he visto distraído, I guess we better walk in silence*— dijo algo apenado.

—Ah, solo pensaba...en un capullo que me hace enojar, nada importante— el castaño pareció querer preguntar al respecto, pero se cruzaron con otro par de héroes que iban a su mismo destino, Reborn los dejó parlotear entre ellos.

Al llegar todo era un caos, no conocía a casi nadie y había hablado con menos personas aún, pero Luzu no le dejó solo

—A veces da un poco de miedo conocer gente nueva— sonrió el castaño

—¿Por qué coño iba a tener miedo?— el otro solo rio de nuevo

—Puede que a ti no, pero a mi si, imagina la primera impresión que das— enarcó una ceja, aunque en realidad sabía a lo que se refería, su mala leche no era un imán de simpatías, tampoco era como que le interesara, pero era evidente que los nuevos le rehuían aunque lo miraban con curiosidad —Igual cuando te conozcan mejor sabrán que hay algo más allá de ese ceño fruncido— le sonrió el castaño.

Y si, que al principio Luzu le pareció un cervatillo asustado, daba respingos y casi saltaba el primer día cada vez que Reborn soltaba una exclamación, un golpe en la mesa o un bramido molesto.

El castaño lo invitó a la paciencia, Reborn creyó que iba a irse y dejarlo a su suerte (merecido lo tenía) cuando debido a su mal humor le contestó que la paciencia se la pasaba por los huevos; pero el más bajo solo tomó aire y le mostró cuál había sido su error para que lo enmendara.

Su mirada de nervioso animalito del bosque había cambiado a con él, pero creyó verla regresar cuando las puertas de la mansión se abrieron para dar paso a los últimos invitados de la lista.

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*Creo que mejor caminamos en silencio.