Ser un héroe en Karmaland tenía muchas ventajas, no envejecías, no morías ni tenías enfermedades con daños permanentes, o eso le habían contado, por lo cual la condición de cierto castaño le generaba mucha curiosidad...
¿Has oído alguna vez sobre la...
Esta historia está basada en una enfermedad ficticia de la cual no hay mucha información, así que mis descripciones no son oficiales y me tomé muchas libertades creativas en el desarrollo de la misma.
Una vez dicho esto, comenzamos.
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Una flecha pasó rozando su oreja, al instante ya estaba listo para defenderse, en el instante cayó en cuenta de que no tenía armas aun.
—¿Pero qué coj.........?—
—Calma tío, calma, solo ha sido...- otra flecha vino de la misma dirección, entonces oyeron tras ellos aquella risa conocida antes de que la criatura muriera —¡Luzu! nos has sacado un susto—Reborn giró la cabeza buscando al aludido, pero entonces notó que le hablaban desde el comunicador.
A lo lejos una silueta levemente iluminada por su propio dispositivo de comunicación les hizo un saludo para después desaparecer.
—Jo-der, después de tanto aún me asusta el rango de su tiro— dijo el policía bajito para después soltar su característica risa
—Nadie diría a primera vista que está parcialmente ciego ¿eh?— bromeó el híbrido de búho para después recibir un codazo por parte del otro oficial.
Dejó que los policías le encaminaran de regreso al pueblo, pero no es que hubieran dejado una buena impresión en él, eran desorganizados e indisciplinados, tal vez en el futuro podría interesarse por conseguir un puesto y poner orden, de momento debía concentrarse en otras cosas.
De su "bienvenida" lo único que había causado algún impacto había sido aquel arquero, uno de los polis se quejaba de que le había sacado un buen susto el otro alegaba que: Era Luzu y sus luzadas, tratando de ser amable.
