18. Estómago revuelto

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Después de aquel evento Luzu comenzó a parecerle más un cervatillo que antes, sus episodios de taciturnidad regresaron, y aunque no se le daba mal fingir sonrisas y optimismo sabía que algo no andaba bien.

Estaba demasiado acostumbrado a él como para no notar los cambios, y esto le jodía bastante. No sabía qué le molestaba más, si los cambios en el más bajo o ser capaz de notarlos.

A veces creía que en realidad aquel lugar extraño, donde las reglas normales no funcionaban, le estaba deschavetando.

Quizás lo que le jodía más era que no podía negar los hechos, disfrutaba la cercanía de Luzu más que la de ningún otro morador de Karmaland, había comenzado a buscarle más veces de las que el otro lo buscaba a él.

Aprovechaba cualquier despiste para estar más cerca del castaño, al principio se decía que era comodidad, no era alguien que le molestase...también sentía cierta curiosidad por lo de su ojo, pero debía dejar de mentirse a sí mismo, también sería falso decir que lo usaba de maestro o guía, ya se valía muy bien por sí mismo.

También había comenzado a sentir un enojo irracional cada vez que Auron hacía una de sus casi nulas visitas y sonsacaba a Luzu a hacer alguna maldad.

Su mirada de cervatillo lo desesperaba, a la vez no podía dejar de verle, admiraba su empeño, su franqueza, su fuerza y fiereza al pelear y que al mismo tiempo fuera tan organizado y gentil.

Se recordó que no había ido a ese lugar a liarse con nadie, había ido por aprendizaje, aventura y pasta, eso se repetía mientras trabaja solitario minando, soltó un sonido exasperado cuando al encontrar un par de diamantes su sonido característico al caer le recordó al castaño...

Espera...¿qué?

Fue en una misión importante en la que aceptó definitivamente sus sentimientos como algo inexorable.

Casi al finalizar la pelea final oyó el desgarrador grito de Rubius.

–¡¡¡Luzu!!!- seguido del vomitivo sonido de un arma machacando tejido blando y óseo.

*Luzu está sangrando*

El que respondía al nombre de Lexosi era el más próximo a él y corrió a revivirlo, Reborn no tardó en estar allí para cubrirlos junto con el comisario Alexby.

En unos instantes esa herida no tendría la más mínima importancia, pero de momento la visión de esa hacha encajada en el cráneo sangrante del castaño dejando ver algo de materia gris del lado izquierdo de la cabeza del chico le revolvió el estómago. Esto no le pasaba con otros, ni siquiera cuando había visto cosas mucho peores.

—Macho, fue mi culpa, la esquivé pero no pensé que te fuera a dar a ti—decía Alexby caminando al lado de Luzu, ya todo había acabado y podían hablar con tranquilidad

—No Alexbitas, fui yo, la oí venir, pero no pude apartarme a tiempo—

—Aun no me la creo que dependas de tu oído para defender tu flanco izquierdo ¿estás seguro que no puedes pedirle a los dioses que...?— el más bajito recibió una mirada significativa del otro, Alexby calló, alzando las manos en símbolo de derrota, al parecer no era algo que el castaño quería que se hablara en público.

Rebornse debatió entre preguntarle directamente a Luzu...o quizás a Auron, él debíasaber algo, es decir, si dos personas se tienen motes como "Auroncito" y"guapo" o "mi niño", debían saber unas cuantas cosas uno del otro...por muchoque esto le retorciera las tripas.

Stars like Diamonds in your eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora