25. Rosa de los vientos

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Luzu pareciera estarlo evitando en días recientes, lo había visto bajo el árbol donde lo encontró tomando la siesta aquella vez, algunas veces subió a hacerle compañía y charlaban o discutían de banalidades hasta que les daba la noche y las estrellas podían reflejarse en los ojos de ambos, en muchas ocasiones Reborn se contuvo de apartar el flequillo del otro para ver qué secreto centelleante se escondía, pero al último momento siempre se arrepentía.

Sentía que si hacía aquello estaría traicionando la confianza del castaño, porque no sabía si eran ideas suyas, pero siempre se situaba a su derecha, con su punto ciego hacia Reborn.

Dentro de sí el más alto quería pensar que era un voto de confianza, pues era su lado vulnerable.

Su parte lógica le decía que lo hacía porque veía en él a un tipo rudo y buen guerrero, así que era la opción lógica para cubrir su flanco débil, pero su asquerosa parte sentimentaloide se aferraba a la creencia de que le confiaba su fragilidad.

Tampoco podía negar que se le inflaba el pecho cuando el otro le confesaba que era un alivio tenerlo cerca, pues solía tener un pésimo sentido de dirección.

—Eres como una rosa de los vientos— rio aquella vez que minaron demasiado profundo

—¿Soy tu puta rosa de los vientos, una brújula?—

Preguntó con falso cabreo, a lo que el castaño rio diciendo que si, encogiéndose de hombros mientras sacaba más diamantes del muro, a pesar de ello era Luzu quien mejor se movía en la oscuridad, así que se apoyaron el uno en el otro para regresar a la superficie, hubo un tramo en que juraría que el más bajo se sujetaba de su abrigo con la punta de los dedos para seguirle el paso.

Jamás lo aceptaría en voz alta, pero ser "su rosa de los vientos" le sonó al mejor jodido trato de la vida.

Pero ahora no le daba nada, ni la cara, podía verlo en aquella colina, pero apenas Reborn comenzaba a aproximarse Luzu hacía su papel de cervatillo asustadizo y se piraba, era obvio que lo había escuchado acercarse.

Se preguntaba si se debía a que Auron no lo había contactado recientemente, pues se había dedicado a hacer trastadas y visitar a otros habitantes, seguro era eso lo que perturbaba al castaño.

Por lo anterior terminó cabreado cuando le insinuó al capullo aquel que debía darle una visita a Luzu, quien había estado algo decaído, podía que enfermo, y el otro contestó que a veces se ponía así, pero que si tanto le preocupaba quizás debía ser el mismo Reborn quien le echara un ojo.

—Últimamente los veo pasar mucho tiempo juntos, ve a visitarlo tú, seguro eso te baja el mal humor—.

Y sus cojones, era lo que quería, pero el otro no se dejaba porque con toda probabilidad quería la visita de otra persona.

Stars like Diamonds in your eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora