MAGIC ;; REN [F4 Thailand]

06

ESTABAN EN LA CASA DE REN, LA CUAL ERA BASTANTE AGRADABLE Y SENCILLA, incluso, Katherina olisqueaba el aire disfrutando del aroma masculino y elegante de Ren, guardándolo en su memoria.

—¿Entonces... te gustan las palomitas dulces o saladas?—El chico le habló desde la cocina.

Volteó del living para acercarse a la isla que separaba ambos espacios, apoyándose en esta para mirarlo con atención y sonreír.

—¿Qué tal si te digo que me gustan con queso cheedar?

—¿Con queso?, ¿las palomitas?—la miró confundido, haciéndole reír.

—Bueno, algún día te haré... pero, hazlas como te gusten a ti, ¿tienes Netflix?

—Si, el control está sobre la mesita de centro

Y se acercó a donde le habían dicho, tomando el control y encender el gran plasma, recordando cuando lo hacía en Australia luego de clases donde aprovechaba los momentos donde estaba sola para usar la gran televisión que Sarah había comprado que solo podía manejarla ella.

Entro al perfil de Ren, el cual tenía el avatar pre-determinado de la carita feliz.

—¿Aún no cambias tu icono?

—No suelo ver mucho eso—confesó, colocando en una olla las palomitas con un poco de mantequilla y azúcar— solo veo aveces documéntales

—Uuuh, deléitame con tus conocimientos—pidió iniciando sesión— ¿cuál fue el mejor que has visto?

—Bueno, no es de netflix—aclaró, tomando una espátula para revolver— es sobre la Segunda Guerra Mundial

—Oh... interesante.

Buscó su película favorita del estudio, colocando en pause cuando Howl's Moving Castle estaba por comenzar, haciéndole sonreír.

—Sabes, estas son mis películas favoritas de todas las animadas, ¿sabes por qué?

—Deléitame con tus conocimientos, mi sensei—dijo juguetón colocándole una tapa a la olla para que empezaran a reventar, volteando a verla como un cachorrito con ojos curiosos.

—Ghibli representa en sus películas a mujeres fuertes y heroínas, ilustrando que ellas pueden ser igual que los hombres, y sus personajes masculinos solo ayudan, no roban protagonismo—sonrió, como si dijera el secreto del universo.

—¿En serio?

—Si, por eso, siento que son mejores que las princesas de Disney, ya sabes... —rodó los ojos— aunque realmente ellas hacen casi todo en sus películas, pero da igual...

LA PELÍCULA HABÍA COMENZADO Y ESTABAN EN EL SILLÓN CON EL BOWL DE PALOMITAS en medio de ambos, estando separados por unos cuantos centímetros.

Ren miraba con atención la pantalla, realmente quería conocer los gustos de la castaña y poder compartirlos, incluso se haría ver la gran parte de las películas del estudio e investigaría para simplemente sentirse bien consigo mismo y hacerla sentir bien a ella.

—¿Sabes por qué esta es una de mis películas favoritas?

—Déjame adivinar... ¿es por él?

—¿Por Howl?, claro que si—soltó una risita— pero además, porque esta es la única película que puedo ver mil veces sin aburrirme

—¿Si?

—Sip—asintió, echándose un puñado de palomitas a la boca, donde sonrió— están deliciosas, Ren

—¿En serio?, usualmente hago las de microondas porque son más rápidas, pero una amiga me enseño a hacer y quise probar

—Pues deberías seguir haciéndolas—admitió feliz, tomando una y acercándola a su boca— di "aaaaa"

El pelinegro soltó una risita, abriendo su boca soltando el "aaaa" con las mejillas levemente sonrojadas para comer la palomita que si estaba rica.

—Tienes razón, están deliciosas

—¿Qué tal si hacemos un club de películas?, yo las elijo y tu haces las palomitas o puede ser al revés

—No me importa hacerlas—admitió.

—Y a mi no me molesta elegirlas—dijo de la misma manera, regalándole una sonrisa grande.

Porque daba igual cuantas veces tuviera que hacerlas, por la sonrisa de Katherina estaba dispuesto a todo.

LA PELÍCULA TRANSCURRÍA CASI EN EL FINAL Y POCAS PALOMITAS QUEDABAN en aquel bowl, provocando que incluso batallaran al momento de tomarlas, pero al rozar sus manos al querer tomar la última los hizo sonrojar y mirarse tímidos.

—Lo siento—dijeron al mismo tiempo separando sus manos — ¿la quieres?—se rieron— deja de imitarme

Y carraspearon, volviendo a querer tomarla y volvieron a tocar sus manos.

—Hagamos algo—Katherina la tomó y la llevó a su boca dispuesta a morderla.

Ren decidió acercarse como si fuera algo instintivo y mordió la mitad de aquella palomita de maíz, rozando sus labios con los contrarios al comer la mitad, haciéndola tragar saliva nerviosa y comerse el resto.

—Y-yo... pensaba en morderla pero eso fue más rápido

—Oh bueno yo... lo siento, pensé que...

—No importa... yo... bueno, no me molestó que lo hayas hecho...

—A mi tampoco...

Evitaron sus miradas y las enfocaron en las últimas escenas, sintiendo sus corazones revolotear contra sus pechos con rapidez y el calor en sus mejillas.