MAGIC ;; REN [F4 Thailand]

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Nota de la autora: también muchas querían maraton de estos dos, lo hago en honor a los 2k <3, disfruten.

REN MIRABA CON CURIOSIDAD COMO THYME DESDE EL GRAN LUGAR QUE TENÍAN EN EL COMEDOR miraba hacia abajo en busca de alguien.

—¿Estas buscando a Gorya?—Kavin preguntó mientras que buscaba también lo que su amigo ansiaba encontrar.

—Realmente... conocí a otra persona, pero no veo que este por aquí—refunfuñó al no tener éxito.

La confusión inundó la mente de Ren por unos segundos, realmente Thyme nunca había tenido la necesidad de buscar alguna chica y Gorya había sido su blanco por culpa de Somchai, sin olvidar a Anong, su prometida que de caprichoso pidió casarse con ella y ya no quiere, por lo que, le resultaba difícil pensar en alguna chica que estuviera a la altura y de acuerdo con los exquisitos y quisquillosos gustos de su amigo.

—¿Y tú chica, Ren?—MJ preguntó despejando la vista de su teléfono— ¿está aquí?

—No precisamente en el comedor, pero sí

—Gorya no está en el comedor—Kavin concluyó.

—No me gusta Gorya—ambos soltaron casi como si fuera su veredicto final.

—Pensé que sí—el de gafas frunció el ceño debido a la actitud de ambos chicos— de todas maneras, a ella le gustas mucho, Ren

—Lo dudo, cuando me fui, Thyme aprovechó la oportunidad para estar con ella—se encogió de hombros.

KATHERINA ESTABA DORMIDA EN LA AZOTEA PORQUE HABÍA DECIDIÓ SUBIR ANTES DE IR A ALMORZAR, por lo que la luz solar le había entregado el calor suficiente para dormirla, olvidando por completo que debía bajar a comer. Ren simplemente decidió abandonar a sus amigos para buscar a la castaña con preocupación, realmente no era bueno que se saltara una comida ni mucho menos estar perdida en un lugar tan grande como lo era aquella escuela, y precisamente había cierto lugar que no quería que ella viera personalmente.

Su último lugar fue la azotea, debido a que había conseguido un almuerzo para ella, teniendo que ir con cuidado de no botar nada y al mismo tiempo, no ser visto por ninguno de sus amigos para evitar cualquier tipo de problema que surgiría en caso de que alguno decidiera poner sus ojos y bocas sobre ella.

—¿Será qué debo llamarla?—se preguntó antes de salir a la azotea, notándola dormida en el suelo con sus manos como almohada.

Se acercó con una sonrisa suave y dulce, mirándola con ternura porque realmente se veía adorable dormida de esa manera, boca abajo con la cabeza sobre sus brazos y el cabello perfectamente acomodado en los lugares correctos, de acercó para dejar la bandeja en el suelo y sacar de su bolsillo de la  gabardina su libreta y el lápiz grafito, comenzando a hacer un bosquejo rápido de Katherina dormida en el suelo para luego, sentarse y despertarla.

—Kat, es hora de almorzar —habló suave y moviéndola de esa manera.

—Hmmmm...—la escuchó quejarse y luego la chica se estiró, abriendo sus ojos con cansancio y una sonrisa inocente— creo que me dormí

Y ambos rieron de la situación mientras que Katherina se sentaba en su lugar, acomodando su cabello tras sus hombros, sonriendo luego por la bandeja por comida que se veía realmente deliciosa.

—No pude conseguirte lasaña de verduras, pero habían fettuccinis con salsa pesto—apuntó la bandeja— ¿está bien?

—Esta perfecto—sonrió comenzando a comer, tapando su boca para hablar— están muy buenos y eso que no soy muy fan del Pesto

—¿No?, puedo ir a cambiarlo... no lo sabía—hizo una mueca tomando la bandeja y ella negó.

—Están deliciosos, te prometo que si algo alguna vez no me gusta, te lo haré saber... aunque es difícil porque soy muy glotona—comentó, pinchando ensalada para echarla a su boca.

—Bueno, eres una glotona muy linda—admitió, haciéndola sonrojar.

—No me digas glotona—soltó una risita.

—Bueno... ¿qué harás este fin de semana?, ¿qué tal si salimos nuevamente o vemos una película?

—Creo que debo cuidar a los gemelos, ¿quieres venir?—preguntó emocionada— realmente es genial, podemos pedir pizza o lo que sea

—¿En serio puedo...

—Ajá, tómalo como una invitación—sonrió en grande, mientras seguía comiendo— realmente es divertido cuidar a los mocosos, además del montón de comida y las cosas...

—¿Si?, ¿y para cuántos días es la comida?

—Bueno, mi papá y Sarah salen el viernes en la mañana después de dejarnos en la escuela, por lo que, cuando llegamos después de clases, Mal nos da almuerzo y se va porque su nieta tiene una presentación en el jardín de niños—comentó a grandes rasgos, tomando luego del jugo natural de naranja— y luego, vuelven el domingo por la noche, puedes quedarte esos tres días en casa

—¿En serio me estás invitando a dormir?

—Y a cuidar a mis hermanos, ¿qué dices?

Y Ren acercó su pulgar para limpiar la comisura derecha del labio de la castaña, limpiándose en una servilleta para mirarla y sonreír.

—Me encantaría, cuenta conmigo