MAGIC ;; REN [F4 Thailand]

20

KATHERINA LAVABA CON FRUSTRACIÓN SUS CALCETINES EN EL LAVAMANOS del baño con el exquisito jabón de limón, tratando de quitar el maloliente y el lodo de la blanquecina tela que quiso utilizar, realmente le sorprendía bastante toda la situación, sobre todo, saber que Ren simplemente era igual que toda la gente de ese lugar.

—Kath...—la voz jadeante de Gorya la hizo levantar la vista para ver el reflejo del espejo frente a ella— hasta que te encuentro, ¿dónde estabas?

—Estuve en la enfermería y luego, fui a dejarlo a que tomara un taxi—comentó, volviendo a su tarea— el pobre no sabía ni donde estaba, al parecer, le dieron un golpe fuerte en la cabeza y se desorientó... ¿puedes creer que él pensaba que era su madre?

—No, no lo sabía...—se acercó, notando como la castaña fregaba con tanta fuerza que sus manos estaban rojas debido al agua caliente del grifo y de la fuerza— ¿no crees que deberías detenerte?, tus manos están...

—Creí que realmente las chicas eran las que tenían el complejo de Regina George y de abeja reina, ¿pero hombres?—negó con la cabeza y Gorya cerró el grifo— y maldita agua sucia... ¿por qué mierda utilizarías un edificio en ruinas para hacer este tipo de... 

—Katherina, necesitas relajarte—la pelinegra tocó su hombro.

La castaña volteó con violencia y las pupilas dilatadas provocando que la más baja se encogiera en su lugar.

—Deberías... calmarte—habló la más pequeña con timidez— respirar y...

—¿Calmarme?, creo que... no me estás entendiendo—le interrumpió, soltando una risa.

Gorya simplemente suspiró, sabía que no estaba en un momento indicado para decir sus palabras que le quemaban la garganta pero si no era ahora, no era nunca... incluso, sabía que estaba siendo egoísta al encontrar una oportunidad en el problema cuando una amiga —una real en ese nido de serpientes— no haría eso, pero eran adolescentes y todo era ganar o perder, sobre todo en el amor.

—Yo quería decirte que...—jugueteó con sus manos nerviosa.

—¿Tiene que ver con algún idiota?—se acercó a secar sus calcetas en el secador de manos eléctrico, sabiendo que la chica cambiaba el tema para no alterarse más— no me molesta, somos amigas, sea quién te guste, me haré un lado, las amistades valen más que un beso.

—¿Estás segura?, digo...—carraspeó— le gustas a muchos y puedes tener a quién quieras.

—Lo dudo ahora—soltó una risita, volteando a verla— ¿quién es?, ¿Somchai?, ¿Thyme?, ¿El pelirrojo misterioso que simplemente esta al final mientras que lee cómics de DC en biología?

—Bueno...—se apoyó en el lavabo— se que no es justo lo que voy a pedirte, me gusta Ren... desde el primer momento en que decidió mirarme, y sobre todo, cuando Somchai intervino para ayudarme y él simplemente se quedó mirando a otro lado—carraspeó— no te lo pediría si no fuéramos amigas, pero creo que ustedes ya no tienen química.