¡¡¡He vuelto!!! Espero que te guste...
El próximo será "Un sueño de amor".
- Yo también te quiero Martín -Alicia sin pensarlo dos veces dejó su bolso en el suelo y se acercó a Martín besándolo.
La agarró por la cintura recibiendo los suaves y anhelantes labios de su mujer, no pensó en otra cosa que en matar ese anhelo que invadía sus cuerpos, la mano derecha de Martín se introdujo en la nuca entre los suaves cabellos de la morena y profundizó el beso, sus lenguas se encontraron y se formó un escalofrío dando una breve excitación, se apartaron jadeando con los ojos fijos en el otro, no hacía falta decir palabras, se conocían y sabían lo que querían en ese momento.
El anhelo era tan grande, y el alivio tan grande en el cuerpo de Alicia que su único foco de atención era estar en los brazos de Martín, sus delicadas manos se dirigieron a la camisa de su marido y se la quitaron, dejando a la vista su pecho, con besos húmedos subió lentamente a chupar el cuello de Martín, sus ojos se cerraron y se concentraron en la sensación de recibir los delicados labios en su piel. Martín le quitó la blusa a Alicia, sus ojos brillaron al ver sus pechos bajo esa pieza roja, y sólo esa visión le hizo volverse loco por esa mujer; Alejando su espalda de su pelo y oliendo su cuello aspirando el olor a rosas, abrió el botón del pantalón llevó su mano derecha al interior de sus bragas, sus dedos se deslizaron mientras la tocaba, los gemidos de Alicia fueron suaves, su mano sujetó el pelo de Martín entre sus dedos y su cara se volvió para besar esa boca que la volvía loca. Se besaron tratando de contener los gemidos, la mano libre de Alicia sujetaba la muñeca de la mano que hacía todo el trabajo, sus mejillas estaban rojas y los besos que se depositaban en su cuello sólo hacían que la sensación de placer extremo se acercara, los ágiles dedos presionaron el centro de su placer y con un gemido que fue amortiguado por los hambrientos labios de Martín, Alicia sintió que su vientre se contraía pero antes de que pudiera alcanzarlo fue interrumpida por Martín que tomó su mano y dándole la vuelta besó su boca, introduciendo su lengua sintiendo todo el sabor de la suave boca que sólo ella tenía.
Estaban al límite, necesitaban hacer el amor en ese instante, apartó sus libros y levantó a Alicia sobre su escritorio, abrió sus piernas y se puso entre ellas y la besó chupándole los labios, bajó al cuello y con sus hábiles manos le quitó el sujetador dejándole los pechos listos para ser tocados, y con una lujuria incontrolable enterró su cara en medio de los montículos, los olió y pronto los chupó hambriento, succionando tomando a Alicia como una locura, pasó su lengua por los picos erectos, mordiéndolos ligeramente, haciendo un estrago en la intimidad femenina. Quitando el pantalón de Alicia, pronto el conjunto de ropa interior del sujetador fue arrojado al suelo, Martín le quitó las piezas y tocándose dejando a la mujer más excitada se acercó, se acomodó entre sus piernas y la penetró, gimieron a coro, sintiendo el deleite de convertirse en uno, los movimientos comenzaron tranquilos, Martín pasó sus manos por los muslos de ella apretando, mientras ella tenía los ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás, apoyándose con las manos en la madera que la sostenía.
Todo fue sereno, la sensación de estar allí juntos de nuevo les dejó el corazón caliente, sus cuerpos temblaron de alegría, se apretaron para asegurarse de que era real, se separaron y se miraron con ganas de más, y como una pluma el cuerpo femenino se levantó, subieron a la habitación donde siempre cuando querían escapar de su gran casa, ese lugar donde todo empezaba era el nido del amor.
Su cuerpo fue depositado sobre la cama forrada de seda, y su cabeza descansó sobre unas suaves almohadas, Ella estaba siendo observada durante largos segundos, por esos ojos verdes que transmitían tanta satisfacción en lo que veía, él sonrió y se acercó, le besó el cuello, luego se dirigió a la boca chupándole el labio inferior, sintió su suspiro cuando volvió a entrar en ella, los movimientos comenzaron, la espalda de Martín se apretó con el tamaño del placer que ella sentía, los suaves gemidos inundaron aquella habitación, se miraron mientras hacían el amor, sonrieron y disfrutaron de cada sensación que desprendían todos sus cuerpos, tocaron juntos las estrellas y jadeando descansaron mirando al techo, recuperándose de aquel intenso final de tarde.
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Capítulos únicos - Marlícia - Espanhol
RomanceJugosas golosinas de nuestra tierno pareja llena de amor ... MARLICIA ❤️