Me quitaste las ganas de todo
tan gradualmente
que no alcancé a darme cuenta.
Me quitaste las ganas de quererte,
de querer.
Me quitaste las ganas de escribirte.
Y me voy antes
de que te quedes también
con el infinitivo
(por más imposible que eso sea).
Y no es como si te viera
y ya no quisiera llevarte
hasta el fin del mundo de la mano.
Pero descubrí que prefiero
el calor de mi soledad,
antes que el frío de tu ausencia.
Así que hoy
decidí, por fin,
que es día de despedidas.
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Paula.
PoesíaTal vez un día te lea esto, Paula. Mientras tocas la guitarra para mi. O quizá nunca te enteres de que existe. Quizá nunca me toques la guitarra. Quizá nunca me toques. Quizá nunca te toque. Pero te pienso. Y te escribo.