𝓚𝓲𝓵𝓵𝓮𝓻 【𝕐𝕦𝕦𝕄𝕚𝕜𝕒】 [Concluida]

13. Pistas

Luego de ese emotivo momento, los tres tomaron asiento; el hermano mayor de la pelirrosa se había ido a la cocina a hacer un poco de café.

-Bien, Krul. Él es Mikaela Shindo. Tengo entendido que ya lo conoces -dice Yuu.

-Sí... Así es. No pienso hablar con un psicólogo, no estoy loca -argumenta la pelirrosa con enojo.

-Ya sé que no lo estás, pero, solo si escuchas con atención, nos podrás ayudar aún más -habla ahora el azabache, Mikaela solo asintió.

La ojirubí aflojó su mirada, además pensó un poco la situación. Sería bueno para ella y para las demás víctimas. Su hermano ya se lo había comentado.

-Está bien. Voy a ayudar -dijo sonriendo un poquito.

Mikaela y Yuichirou sonrieron igual.

-Bueno. Para comenzar, ¿Últimamente ha tenido algún otro recuerdo de su atacante? Alguna seña física en particular -inquiere el rubio.

-Sí. Su cabello era de un azul claro pero fosforescente. Azul cian creo... Y sus ojos eran rojos. Algo bastante extraño para mí -Mikaela anotó aquella pista.

-Esta vez cambio el color de ojos -pensó el moreno -. ¿Sueles tener pesadillas con esa persona? -pregunta el azabache.

-Mmm... Solo a veces...

-¡Del diario! -grita su hermano mayor desde la cocina. Los tres miraron a esa dirección.

-¡Ashera! -grita igual, pero molesta y avergonzada.

-Te pidieron honestidad. Me he quedado contigo desde ese día -comenta el peli púrpura, saliendo con una bandeja con pequeños aperitivos y una tetera considerable junto a unas tazas.

Krul aflojó su mirada otra vez, estaba avergonzada por tener que vivir acompañada como si fuera una retrasada mental, como si no pudiera hacerlo por su cuenta.

Nuevamente se acomodó en su asiento, viendo hacia los oficiales quien también le miraron.

La pelirrosa suspiró.

-Sí... Es del diario... Tengo miedo de que me encuentre y me mate está vez... No quiero que mi novio se entere de todo esto... No quiero que se mortifique más de lo que ya está con todo el trabajo que tiene -su vista se nubló gracias a las lágrimas que poco a poco comenzaron a salir de sus ojos, luego tapó su rostro para sollozar.

Yuu estaba dispuesto a hablar, pero Mika lo detuvo, colocando una de sus manos en su hombro. El moreno le vio, observando como su acompañante le decía que no moviendo su cabeza hacia los lados.