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Wooyoung...

Wooyoung tuvo una buena infancia, dentro de lo que cabe.
Su relación con su padre siempre fue tan hermosa como se muestran en los comerciales de una familia feliz y perfecta. Era una conexión mágica.
En cambio, con su madre, era una tormenta de la que difícilmente podía escapar y siempre iba dirigida a él. A sus 5 años fue cuando recibió el primer golpe, y la primera vez que usó maquillaje.

Jung Sooyoung aparentaba ser la esposa y madre perfecta, clamando ser el ideal de mujer que todo hombre deseaba, servicial y dedicada al hogar, bastante arcaico si me lo preguntan a mi.
Pero esa fachada caía cuando se encontraba en la privacidad de su hogar con su hijo.
Sooyoung culpaba a Wooyoung por la decadencia de su matrimonio y por cómo su cuerpo ya no era el mismo por haber cargado con él. Descargaba su furia en él a base de golpes y gritos, maltratándolo física y psicológicamente a diario, golpeándolo y desembocando todas sus inseguridades y desdicha en él.

Claro, los maltratos de la mujer hacia el muchacho no duraron toda la vida, pero no fue poco tiempo.
Porque, ¿quién le creería si dijera que una mujer y madre tan perfecta como lo era ella, sería tan horrible? Era lo que Sooyoung le repetía siempre que terminaba de despotricar contra su hijo con golpes o palabras. Sin embargo, la máscara de la mujer cayó cuando Wooyoung cumplió 9 años.

Celebraban su cumpleaños en su hogar, con sus amigos y familiares presentes.
Esto no le importó a Sooyoung cuando Wooyoung dejó caer un plato al resbalarse mientras entraba a la cocina, claramente la vasija terminó en trizas.
Sooyoung entró a la cocina rápidamente cuando escuchó el estruendo desde la sala de estar, y cuando vió que no era nadie más quien su hijo el que había causado aquel desastre, no dudó en darle el castigo que merecía. Poco le importó la presencia de las personas que estaban en su hogar, y ese fue su error.

Todo pasó como si estuviera en cámara lenta. Pudo presenciar como una de sus tías empujaba a su madre tan fuerte que hizo que cayera sobre los restos del plato, sintió como su padre lo abrazaba y lo cargaba en sus brazos y también los gritos de varios de sus familiares y todo el escándalo que se formó en esa casa. Sabe que el proceso por el que tendría que pasar sería extenso, desde el divorcio de sus padres hasta la pelea por su custodia. Aunque no se enteró mucho en ese momento, sabía que su vida cambió radicalmente.

Claramente, no es como si esas vivencias con su madre se borraran mágicamente como si nunca hubiera pasado, a pesar de haber ido a terapia constantemente y haber obtenido tratamiento farmacológico y contar con el apoyo de sus familiares y Yeosang, las heridas aún persistían.

Esto desembocó en un inseguro, asocial, y muy dependiente Wooyoung en sus años de adolescencia. Rogaba atención y cuando la obtenía, caía.

Por eso mismo, es que no fue raro ver como Wooyoung cayó en las garras de Choi San. El guapo bad boy en su curso que había desarrollado un particular interés en Jung, y que, al comenzar los acercamientos entre ellos, a hablar y coqueteos tímidos con el menor, pudo ver en él potencial para algo más. Era diferente.

En ese momento las adicciones de Choi estaban comenzando y a penas y tocaba algunos porros o cigarrillos, por esto fue fácil ocultarlo de Wooyoung en un comienzo.

Los propios amigos del mayor le advirtieron a Wooyoung que se alejara antes de que fuera demasiado tarde y resbalara en terrenos desconocidos, pero como buen terco que era, no quería abandonar una de las pocas fuentes de afecto y atención que había recibido a lo largo de su vida, y no es que no supiera que su padre y Yeosang lo quisieran, él quería algo diferente, necesitaba ese toque romántico que veía en las películas. Experimentar el primer amor.

En su comienzo todo fue rosas, besos, abrazos, citas románticas y todo lo dulce que podría ser una relación en sus comienzos, prontamente los vicios de San lograron convertir esa chispa inocente en un fuego insaciable, que cada vez ansiaba más de aquella pureza que desbordaba Wooyoung y que no pararía hasta quemarlo todo, no lo hizo.

NDA | Woosan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora