Eternidad

II.- Huérfano

Los betas miraban con dolor con Stiles, que estaba sentado al fondo del aula limpiando la sangre de su ceja y labio. Antes de entrar habían pasado a la enfermería donde el doctor solo suspiró y le entregó una bolsa con hielos y una toalla. Los chicos se dieron cuenta que eso era algo que sucedía diario, ya todos parecían acostumbrados hasta los profesores que ni siquiera le prestaban atención al castaño. No entendía que sucedía, por qué nadie le prestaba atención a un chico que era golpeado de manera tan brutal. ¿Qué estaba mal con ese lugar?

- No les recomiendo juntarse con él. – llamó la atención un chico – Es el objetivo de los golpes y les encanta ya que soporta más que nadie, de alguna manera sigue vivo. Lo han golpeado desde que somos niños, he estado con él desde primaria.

Scott alzó una ceja mientras que Jackson fruncía el ceño. Todos estaban molestos por saber eso. No entendían como podían hacer actos tan crueles por tanto tiempo a una sola persona y que se divirtieran viendo como había sobrevivido por tanto tiempo.

- Cállate. Eres un cobarde como todos en este lugar. – dijo Scott entre dientes.

El chico se alejó asustado. Tal vez no era bueno meterse con ellos tampoco y dejarlos hacer lo que quisieran.

- ¿Necesitas ir al hospital? – le preguntó Danny al castaño mientras se sentaba su lado.

- No es necesario. No me rompieron nada esta vez así que en casa me cerrare las heridas. ¿Saben cómo regresar a su casa desde aquí? – le preguntó Stiles mostrando una ligera sonrisa aunque se podía ver el dolor en sus expresiones.

- No mucho, podríamos regresar juntos.

- Los acompañaré pero tengo trabajo más tarde.

- ¿Dónde trabajas? – le preguntó Cora girando ya que se había sentado frente al castaño.

- En la veterinaria.

- ¿Quieres comprarte algo lindo?

Stiles rio ligeramente mientras negaba con la cabeza.

- El chico tienen que comer. – les dijo levantándose en cuanto sonó el timbre.

- ¿Qué? Espera... - dijo Scott tomando sus cosas de manera apresurada al igual que los demás y siguieron al castaño.

- ¿A qué te refieres? ¿No tienes familia? – le preguntó Isaac.

- Soy huérfano, hace un año me sacaron del orfanato por ser mayor de edad. – les dijo restándole importancia.

- Lamento haber preguntado.

- No te preocupes, no es algo que me quite el sueño pero necesito comida y solo trabajando puedo darme mis pequeño lujos como la comida, la cabaña estaba abandonada así que me apropie de ella.

- Somos vecinos así que podemos ayudarte en lo que necesites. – le dijo Ethan.

- Más bien somos amigos y no puedes librarte de nosotros. – le dijo Scott mientras lo rodeaba con su brazos por los hombros.

Stiles sonrió con nostalgia y los chicos pudieron oler la felicidad y la tristeza viniendo de él, algo que los extraño pero no les importaba ellos serían sus amigos y lo cuidarían. El castaño podía ser algo misterioso pero sentían que encajaría perfecto en su manada.

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Derek caminaba cansado con una lonchera en sus manos, durante el día buscó empleo cuando sus betas estaban en el instituto pero cuando regresaron le dijeron que habían adoptado a Stiles como su amigo y que le llevará una comida a su trabajo. Así que ahora se encuentra frente a la veterinaria.

Al entrar fue recibido por un hombre de tez morena que le sonrió con amabilidad.

- Es un gusto verte de nuevo Derek. – le dijo el hombre.

- Deaton, no pensé que vivieras aquí.

El druida era un buen amigo de su madre y de vez en cuando iba a visitarlos pero nunca quiso convertirse en el druida de la manada ya que amaba Beacon Hills y no quería irse de su hogar por lo que rechazó de manera amable la oferta. Además de que le prometió a su madre que los cuidaría en cuanto se mudarán pero Derek jamás imaginó que su nuevo vecino trabajara con él.

- ¿Qué te traer por aquí?

- Mi vecino, Stiles, trabaja aquí y los chicos me pidieron que le trajera comida ahora que son amigos. – le dijo Derek mostrando la lonchera.

- Ay el joven Mieczyslaw, es un buen chico. Me alegra que tenga amigos, comenzaba a preocuparme pero es poco testarudo y por más que le he ofrecido ayuda nunca la ha aceptado.

- ¿Él sabe acerca de todo?

- A veces me gustaría pensar que si pero luego no tengo idea. Es un enigma, ese chico guarda muchos secretos. – le dijo Deaton mientras quitaba la ceniza para que el lobo entrara.

- ¿Por qué siento que tratas de decirme algo?

- Lo averiguaras con el tiempo.

- A veces odio a los druidas.

Deaton rio con diversión mientras lo guiaba a la parte trasera donde Stiles estaba inyectando a un cachorro de husky.

- ¿Derek Hale? ¿Acaso tienes una mascota? – le preguntó Stiles en cuanto lo vio mientras dejaba la cachorro dentro de una jaula.

- No, los chicos me contaron que ahora eres su amigo y me pidieron que te trajera algo de comer. – le dijo entregándole la lonchera.

- Gracias. Debo decir que esos chicos son tan pegajosos como un chicle. – le dijo Stiles con diversión mientras tomaba la lonchera.

- Cuando se encariñan es imposible deshacerse de ellos. Créeme y te cuidado con mi hermano porque Liam suele ser bastante cariños. – miró el rostro del chico que ahora tenía una bandita en la ceja y su labio había dejado de sangrar – Los chicos me contaron lo que sucedió en el instituto. No deberías dejar que te acosen.

- Ustedes llevan apenas dos días en el pueblo así que no saben muchas cosas. No sirve de nada defenderme así que dejo que hagan lo que quieran y después me dejan en paz por un tiempo.

Derek frunció el ceño molesto. No entendía porque este chico parecía no valorar su salud.

- Tienes razón no llevamos mucho tiempo aquí pero somos vecinos y como Scott te dijo, amigos. Vamos a cuidarte porque eso es lo que los amigos hacen aunque no te guste. – le dijo Derek para después salir de la veterinaria molesto.

Stiles sonrió con cariño para después negar con la cabeza mientras que Deaton solo lo miraba con atención.