9. A donde manda el corazón

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El sonido del beso hacía ruido, era demasiado espantoso para Lucy que seguía tomando el mismo vaso de la cooperativa como por treinta minutos, Akutagawa tenía a Atsushi encima suyo en el patio cerca de las canchas. Esos dos desde que se habían recuperado no perdieron el tiempo de extrañarse, Atsushi le dijo que fue horrible separarse el domingo de Akutagawa, además de que se despertó con una jaqueca terrible. Ahí los veía manosearse con todo el equipo de basquetbol mirándolos. Lucy suspiró.

— ¿Pueden dejar eso para después? —gruñe, a lo que Atsushi se permite despegarse de los labios de Akutagawa, con mucho empeño pues cada que se alejaban volvían a besarse. Hasta que finalmente Akutagawa le dejó libre.

— Ya, ya, perdón —murmura apenado el albino, levantándose del azabache para sentarse junto a Lucy. La pelirroja entrecierra sus ojos.

— Hueles a prostituta. Sin ofender a las prostitutas —dice riendo. Atsushi le pega un manotazo en el hombro dejándose caer. Ryuunosuke estira sus piernas.

— ¿Cuál es el plan de este fin de semana? —cuestiona Atsushi, cerrando sus ojos. Akutagawa se lleva un dedo a la boca.

— Podemos ir a un bar famoso de aquí.

— Dime que no es al que van todos los del salón —pide a gritos la chica. Akutagawa se rasca la mejilla.

— Pues... Es que ya sabes que lo dirige el hermano de Sigma, Nikolai. Si te llevas con Sigma te fían —responde.

— ¿Y tú te llevas con él? —Akutagawa niega. — ¿Cómo pretendes que entremos?

— Chuuya. Fyodor, el mejor amigo de Sigma, está enamorado de él y siempre lo invita. Pero no quiere ir solo.

— ¿Sigma no es el que dicen que es un dealer? —Lucy ríe.

— Es que lo es. ¿Por qué crees que su hermano tiene un bar?

El timbre sonó, anunciando que la siguiente clase era la elegida, pero tenían un tonto simulacro en la sala de eventos así que se pararon para dirigirse al aula

~o~

— Recuérdame por qué le acepte la invitación a Fyodor —murmura Chuuya mirando las letras gigantes en neón del antro al que estaban por entrar. El famoso: Decay. Usualmente tenía entrada únicamente para los adultos con dinero, pero algunos podían entrar gracias a Sigma, como Fyodor y su grupo.

Tetcho también llegó, estacionando el carro en el sitio correspondiente para acomodarse los pantalones militares y darle la mano a Saigiku, pues el olor a alcohol era intenso, estaba seguro de que todos esos hombres en la entrada ya estaban con licor en sus venas. Akutagawa hizo lo mismo con Atsushi cuando Chuuya salió del asiento de atrás de su carro; Tanizaki venía colocándose un prendedor en el cabello de Hello Kitty. El único que faltaba era Tachihara, quien estaba apenado desde que no recibió una respuesta de Tanizaki en su confesión. Por mucho que le llamaron Tetcho y Akutagawa. Chuuya logró ver que también estaba el coche de Dazai aparcado.

— Lucy no pudo venir —le murmura Atsushi a Akutagawa. — Le hablaron sus papás.

Cuando se acercaron a la entrada del VIP, un hombre alto fue el que les miró extrañado hasta que Fyodor apareció con Sigma detrás de él. El de cabellos más oscuros tenía los pómulos algo rojizos, además de abierta su camisa blanca, mientras que Sigma se ató el pelo en una cola alta para mostrar sus aretes de cuchillo.

— Vienen conmigo, déjales pasar —dice Sigma, señalando a Fyodor. 

El grupo entró cerca de ellos, reconociendo algunas caras, como Bram que tomaba algo en la barra, o incluso pudo notar que Dazai le jalaba de la cintura a una chica de cabellos azules. Chuuya evitó eso fácilmente porque Fyodor se le acercó de la espalda para bailarle cerca. Akutagawa jaló a Atsushi a la barra también, alejado de Bram, pues Tanizaki les siguió apenado intentando tapar su rostro.

Flaco, alto, desnalgado...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora