2 "Brownie & Nieve".

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Era obvio, los demás chicos no se quedarían con las ganas, ellos querían saber qué había sido aquello ¿por qué un joven como Cha Eun Woo iba a estar esperando a alguien como ellos, y en este caso, Sanha?

Aunque la duda los corroía, Yoon se quedó en silencio con una ligera sonrisa adornando su rostro, él no iba a decirles nada, debido a que tampoco tenía idea de lo que había pasado, no se explicaba por qué Cha Eun Woo tenía su celular y tampoco por qué se quedó esperándolo para decirle que hizo un buen trabajo, pero si era sincero, eso se había sentido bastante bien.

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Los días avanzaron y en ninguno de ellos apareció el azabache amable, pero bueno, tampoco era como si estuvieran esperando porque llegara, así eran las cosas con los socios del café, iban de vez en cuando nada más.

Esa mañana la cocina era un caos, acababan de cambiarles el horno y los brownies y un par de pasteles se le habían quemado a Félix, el chico estaba desconsolado, había puesto tanto esfuerzo y entusiasmo esa mañana para tenerlos listos en la tarde y todo se había echado a perder.



—¡Pues soluciónalo! Tienes ingredientes de sobra para volver a hacer el trabajo, no entiendo cuál es el problema. —Pronunció con voz baja Kim Taehyung. No quería que le llamaran para cosas ridículas como esas.


—E-entiendo Taehyung sunbaenim, lo lamento, sí, hasta luego. —Se disculpó el de pecas y colgó el teléfono.


—¿Qué pasó? —Preguntó curioso y preocupado ChangBin luego de ver el rostro a punto de llorar de Félix.


—M-me dijo que lo solucionara y que no lo llamara por cosas así de...


—No me digas que lo dijo... —Bufó el mayor—. ¿Ridículas? —Apretó su mandíbula.


—Sí...


—Hijo de...


—No te enojes Binnie, él tiene razón, podía solucionarlo haciendo otros postres nuevos.






Félix era el tipo de chico sensible, también del tipo responsable, le gustaba hacer las cosas bien y bonitas, se frustraba fácilmente cuando todo se arruinaba o parecía hacerlo, entraba en pánico, más cuando se trataba del trabajo y peor aún desde que se les había dicho que debían reportar cualquier situación de comidas echadas a perder, por eso creyó conveniente llamarle a su jefe, pero bueno, resultó mala idea.

El pecoso bonito caminó a la cocina, tomó la charola donde estaban los brownies quemados, suspiró y los colocó en la pesa, luego caminó hasta donde estaba la computadora y anotó la cantidad de masa echada a perder. Hizo el mismo procedimiento con los pasteles de chocolate.

ChangBin lo miraba con angustia, no le gustaba ver a ese solecito nublado... caminó hasta donde guardaban las harinas y llevó lo necesario para que Lix volviera a hacer sus brownies y los pasteles.

COFFEE LOVE ♡  《EunSan》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora