Nunca olvidare [DESCONTINUADA]

Lo que fui y lo que soy

-¡¿Cuatro días!?- pregunto Ace molesto, Ángela no podía parar de llorar -¿pero tu prometiste que no te irías?- le reclamo Luffy, Ángela los miro con desesperación ella no sabia que decir, como explicar la situación, lo único que se podía percibir de su mirada era un "compréndanme por favor" —bueno, bueno, debe tener sus razones, vamos a cenar- los calmo Dogra. Todos cenaron pero no fue una cena normal se sentía cierta tensión en el ambiente y no había el miso ruido de siempre, nadie tenía ánimos de pelear por un pedazo de carne, Ángela terminó rápido y se levanto para ir a su habitación, seguido a ella fue Luffy y al ultimo Ace. No dijeron nada ni para antes de irse a la cama solo se durmieron y esperaron al día siguiente.

Al día siguiente Ángela amaneció de mejor humor, apenas se levanto abrazo a sus dos hermanos, se había prometido que los disfrutaría el poco tiempo que le quedaba para estar con ellos -¡vamos al bosque!- les dijo animada mientras hecha a correr, detrás de ella venían los otros dos chicos -¡si¡- gritó Luffy animado. Después de un rato de andar caminando y de estar entrenando decidieron tomar un pequeño descanso.

-¿Pero porque te tienes que ir Ángela?- preguntó triste Luffy, ella dio un largo suspiro — hay algo que no les he contado... Sobre mi familia- les dijo rompiendo el silencio que se había formado, se sentó y espero a que ellos le pusieran atención—la verdad es que yo vengo de una familia de nobles, al igual que Sabo- comenzó a contarles.

FLASHBACK

-¡Ángela¡- la llamo su madre desde la puerta la casa, era una mujer alta, de cuerpo robusto pero estilizado y su rostro era realmente hermoso, su cabello era marrón, ondulado y largo; la señora traigo puesto de esos vestidos largo color verde pastel -¡si mami!- gritó ella mientras corría en su dirección, ella vestía igual un vestido pero color azul cielo, su cabello largo levantado en una cola de caballo, detrás de ella venia su dama de compañía —señorita, no corra así o se caerá- le dijo la muchacha preocupada —perdón- dijo ella bajando su ritmo. Dentro de casa estaban su madre y su padre, un señor bastante alto, fácil media 1.70, para Ángela era realmente alto, tenía cabello oscuro y bastante chino, pero lo traía corto —Bandort-sama, el barco está listo- le dijo uno de sus mayordomos —Gracias Walter, enseguida vamos- le contesto el cortésmente y con una sonrisa -¡papa!- gritó Ángela antes de lanzarse a sus brazos, para que el la levantara y la pusiera en el aire —mi pequeño ángel, ¿ya lista para el viaje?- le pregunto el mientras la cargaba entre sus brazos -¡si! Aunque aún no entiendo porque nos vamos- le dijo ella con inocencia —vamos a ir en busca de un compañero de vida para ti- le dijo su padre sonriendo, ella lo miro con cara de confusión -¿como Sunny?- preguntó ella, Sunny era el nombre de su dama de compañía —no exactamente corazón- le dijo riendo un poco su madre por su forma de ver a las personas que la rodeaban —no entiendo- dijo ella aun más confundida.

Ya habían abordado al barco y aun no lograban explicarle a Ángela sobre su viaje ya que ella se quedo completamente dormida de camino al puerto. —A veces es difícil de creer que personas tan humildes nos logren ver como iguales a ellos- mencionó el padre de Ángela mientras entraba al camarote —es el resultado de tu bondad hacia ellos- lo elogió su esposa.

Mientras fuera en la cubierta se encontraba Ángela acompañada de Sunny -¡bye, bye!- gritó ella mientras se despedía de la gente del pueblo -¡cuando regreses te tendré un rico pan de canela, Ángela-chan!- le gritó el panadero -¡que rico!- gritó ella emocionada y con una gran sonrisa, entonces el barco zarpo y se alejó del puerto poco a poco —los voy a extrañar- le dijo ella a Sunny, ella le sonrió- pero no nos iremos para siempre, señorita- Ángela sonrió y decidió entrar al camarote donde se encontraban sus padres.

Fue un largo viaje, pasaron por varias islas del East Blue, pero no se quedaban mas de una semana —entonces, ¿estamos buscando a alguien que se quede conmigo para siempre?- preguntó Ángela comprendiendo mas la situación — así es, para casarte debes de hacerlo con alguien noble como nosotros- le dijo su madre mientras la peinaba —normalmente somos los padres los que elegimos con quien te quedaras, pero yo quiero que seas tu la que elija- le dijo sonriendo su padre -¡es como una aventura!- gritó Ángela emocionada —jeje, si mi amor, es toda una aventura- le dijo el sonriendo.