Capítulo 5

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Clara
-Klauss estúpido, es cierto que esos papeles son importantes para tu trabajo, responde y deja de mirarme con esa cara de gilipollas -le grito cambiando mi posición de ruego por un ataque.
-Sí son importantes, pero no te preocupes ya no trabajaré más en ese lugar así que descuida, pero deberías ser más cuidadosa, ahhh y esta cara es la única que tengo -me responde riendo como siempre hace.
-Ya veo que tus bromas han empeorado con los años, deja de mirarme y vámonos por dios.
-¿Y para quién era la flor de papel, para mí? -pregunta mientras arranca el auto y comienza a conducir.
-Ya lo dijiste era para tí, del verbo ya no es.
-¡Qué pesada eres Clara!

Durante el viaje no puedo evitar mirar detenidamente a Klauss, es como si se fuera a borrar de mi mente su bonita cara. A este chico el tiempo le sienta bien, su piel tiene un color blanco que muchos seguro envidian y su carita se ve tan linda con esos ojitos cafés y esos labios que mordería hasta hacerlos sangrar. Su pelo es increíble también es super negro lo tiene relativamente largo y cae desordenado pero una manera genial, en resumen saca la chica de preparatoria que muy en el fondo aún soy. Pero debo controlar mis hormonas o esto va terminar muy mal.

Llegamos, y caminamos para luego pasar y subir en el ascensor hasta la casa de Klauss. Su apartamento es maravilloso debe haber costado mucho dinero, está decorado de una manera bastante simple y elegante, paredes blancas, muebles negros y todo muy sobrio en la sala.

Me siento cómodamente en el sofá y empiezo a organizar mis ideas para contarle toda mi vida en pocos minutos a Klauss. Al momento sin siquiera darme cuenta Klauss estaba sentado a mi lado, acomodaba una botella de whisky en su mesa de centro para luego ofrecerme un vaso de esos elegantes y tomar uno él. Nada mejor que el alcohol para soltar la lengua, así que acepté sin dudarlo.

-Eres muy hermosa Clara, podría mirarte el resto de la eternidad pero no me ibas a contar algo, de hecho necesito saber por qué mi primer saludo fue que me estamparas un libro en la cara. Los libros te tapa dura duelen sabes...
-Perdona es que estaba en crisis, gracias a dios que llegaste y me calmaste.
-Descuida a veces uno necesita un librazo para aclarar ideas -me dice mientras ríe haciendo que sus blancos dientes brillen.
-Sin más dilación te contaré -Klauss se acomoda en su asiento como esperando una historia larguísima, tampoco es larga ni interesante, solo deprimente-. Hace ya como cuatro semanas comencé a notar que se me hacía díficil abrocharme los botones de mi uniforme de trabajo, mi mano izquierda casi no tenía fuerza. No pudiendo simplemente ignorar esto fui con un médico; comenzaron a hacer muchas pruebas unas muy desagradables otras más pasaderas. Entonces me diagnosticaron ELA.
-Esclerosis Lateral Amiotrófica, después de los primeros síntomas tienes un promedio de vida de 3 a 5 años, lo siento -dice con sus ojos mirando al suelo como si me dijera una terrible verdad que yo no supiera.
-Exacto, no sabía que ahora el médico fueras tú, pensaba que era tu hermano -suelto distraídamente para alivianar la situación.
-Soy biólogo Clara, los humanos son animales también están dentro de mi área de estudio, pero hay tratamientos puedes llevar una vida agradable.
-Son tratamientos para mejorar mi calidad de vida, la ELA no tiene cura. Me da rabia tanto esfuerzo por garantizar mi futuro, estudiar una carrera universitaria y ahora no puedo hacer planes por encima de los tres años, que irónico.
-Eres afortunada a mí solo me quedan cuatro meses de vida y contando.

***
Después de pasar el shock y escuchar la descabellada historia que me contaba Klauss, se activó la parte de mi cerebro que cree que soy detective y comencé a elaborar cientos de preguntas en mi cabeza.

-Ahora que lo pienso, me doy cuenta que no me has dicho ni una teoría sobre quién te puso el dispositivo.
-Es obvio que fue la chica con la que pasé la noche, no puede haber sido nadie más.
-Siempre he defendido la idea que tanto tu hermano como
tú son imbéciles.
-Ehhhh pero qué me estás contando -interrumpe haciéndose el ofendido.
-Cómo es posible que no hayan pensado en quién te insertó el dispositivo.
-Nos centramos en como sacarlo, además no recuerdo nada de la chica sólo que era pelirroja y ni siquiera recuerdo el bar en el que la conocí, sería imposible de encontrar.
-En eso concordamos, y ella es la única que puede sacarte ese dispositivo o al menos decirte quien puede saber, en resumen, bienvenido al corredor de la muerte -al oír esto hace una mueca de disgusto-. Tú morirás en cuatro meses y me iré deteriorando hasta que mis pulmones decidan no respirar más.
-Eso no pasará -afirma como si creyera que sus palabras nos fueran a curar.

Entra a su cuarto y vuelve con una hoja de periódico en las manos.

-¿Ahora vendes periódicos? -pregunto sarcásticamente.
-Eso no es periódico es un mapa -me alcanza el papel y lo tomo con desdén.

Tal vez sea el papel más sucio y arrugado que he tenido en las manos. Pero en efecto es un mapa dibujado precariamente.

-Sea a cual sea el lugar al que lleve es una ruta difícil y superflua, tiene que haber caminos mucho más fáciles que el que indica este mapa.
-Lo entiendes Clara, no puede ser -me dice ansioso y a una distancia que me hace estar incómoda.
-No entiendo nada de lo que dices.
-¿Puedes entender el mapa?
-Claro que puedo, ¿ y ... ?
-Es una larga historia pero qué tu entiendas el mapa, es una señal, debes ir conmigo.
-Klauss, reacciona estás divagando. ¿Ir adónde?
-Ayer cuando cuando volvía a casa, ví a unos jóvenes golpeando a un anciano indigente. Les apunté con un arma y les hice irse; cuando se fueron hablé con el anciano y terminé por contarle mi triste situación, él me dijo que había una solución....
-Perdona que te interrumpa pero ¿desde cuando sabes usar armas de fuego?
-No sé, era una pistola de juguete que le había comprado a mi sobrino.
-Estás muy loco Klauss -recrimino haciendo toda una gama de muecas.
-Te preocupas por ese detalle y no has preguntado por la solución que me dió.
-Es que era un indigente...
-Sabía que te iba a interesar, luego me contó de un viaje que nos puede curar, o sea un viaje cargado de dificultades para obtener una gran recompensa; curación, poder, etc.
-Ahí es donde entra el mapa verdad.
-El mapa lleva a ese lugar, aunque he pasado horas mirándolo y no pude entender nada. Me quedé tranquilo porque el viejo me dijo que a su tiempo lo entendería, no hablaba de mí, se refería a tí. Clara el largo viaje nos llama, solo olvidemos todo y vayamos.

***

Klauss pasó unos cuantos minutos tratando de explicarme lo que era el largo viaje. Afuera llovía a cántaros y hacía un poco de frío cuando salí al balcón, necesitaba aire. El balcón era bastante básico una baranda a la altura de la cintura y mucho espacio, no protegía en absoluto de la lluvia pero me encantaba. No puedo negar que hubiera sido
un momento mágico si Klauss hubiese dejado de parlotear sobre su viaje, o mejor que tal si me besaba; la noche era bella y se prestaba para tantas cosas pero a pesar de que ambos tenemos 26 años, él es un niño y va a morir; los niños no deben morir pero aún así la muerte no los distingue de los adultos.

No creo en lo que me está contando, pero sólo le quedan cuatro meses y lo he amado desde la preparatoria, nunca me lo pude sacar de la cabeza; ahora está muriendo y esos cuatro meses que le quedan los pasaré con él a como de lugar. Iré con él a su descabellado viaje; tampoco es que tenga nada mejor que hacer y será una de las aventuras que anotaré en mi libreta antes de morir.

-Klauss podrías callarte un momento -digo con autoridad.
-Vale -me responde mientras acomoda su cabello que está bastante húmedo.
-Iré contigo, sólo déjame organizar las cosas a mí, estás de acuerdo.

Al escuchar eso me abraza, siento su calor y su respiración cerca de mí, estoy tan a gusto con él, podría pasar la eternidad con él; pero sé que esto acabará.

Pares Condenados: El Largo ViajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora