Secretos que Cambian La Historia [Wangxian]

03. Apagando al Sol

La secta Wen fue técnicamente la primera secta de cultivo en existir, pues en el pasado sólo existían "escuelas".

Los Wen era una secta tan grande que se dividía en dos ramas: la rama de cultivadores principales y la rama de cultivadores médicos, la reputación de estos cultivadores en general era un tanto complicada, eran bastante abusivos con todo mundo, sin embargo, ningún cultivador o secta se atrevía a hacer algo contra ellos.

Cuando alguien tiene tanto poder, llega un punto en que si abusas de tu posición, los demás se volverán contra ti.

Todo lo que sube tiene que bajar en algún momento.

Tarde o temprano el sol tendría que caer en el ocaso...

Tras la masacre a una de las sectas importantes y el abuso a las demás, nació la campaña para derribar al sol, toda la rama principal y líderes Wen fueron eliminados, también gran parte de los médicos.

La rama médica no era mala, su única tragedia era su apellido, culpados de un crimen prácticamente ajeno a ellos.

No hubo piedad para ningún descendiente del sol de Qishan sin importar su condición: cultivador o no, hombre o mujer, anciano, adulto o niño...

Retrocediendo un poco en el tiempo, específicamente cuando la contienda apenas estaba por estallar cuál volcán activo, Wei Wuxian fue herido y arrojado a los tétricos Túmulos funerarios por la mano de Wen Chao, segundo hijo del líder Wen Ruohan.

Los Túmulos funerarios están ubicados en los territorios del pueblo de Yiling, estas tierras están podridas de energía resentida con un sin fin de cadáveres y espectros, quien entre y muera allí no podrá regresar nunca jamás

Esas habían sido las últimas palabras de Wen Chao a Wei Wuxian momentos antes de lanzarlo y darlo por muerto.

Con el paso de los días, mientras los demás cultivadores se organizaban para levantarse en armas contra los Wen, Wei Ying afrontaba una de las situaciones más difíciles de su vida, pues en lugar de morir, terminó absorbiendo la energía resentida del lugar maldito dónde estaba moribundo y sin nadie que pudiera ayudarle.

Y a pesar de que sus queridos hermanos lo buscaron, no dieron con él.

De allí nació la "salvación" del mundo de la cultivación contra los Wen, que después pasaría a ser la peor pesadilla de todos, pero, por el momento no nos vayamos tan lejos.

Durante la guerra, el hijo mayor del líder Rouhan había sido decapitado por el líder de la secta de Qinghe, Nie Mingjue.
Eso dejó a Wen Chao como el único participante en la guerra que era descendiente del despiadado líder Wen, el cual obviamente no estaba feliz con el hecho de que su primogénito había sido asesinado por esos "bastardos inmundos".

Mientras que los rebeldes daban todo de sí por la victoria, algo muy aterrador estaba ocurriendo entre las filas de los Wen.

Para cuando grupos de rebeldes llegaban a campamentos o áreas dónde habían soldados de Qishan Wen, estos ya estaban muertos, la constante en estos cadáveres era que todos tenían grabado el miedo en sus cuerpos.

Esas "pobres" almas parecían haber muerto del miedo.

Tanto los rebeldes como los líderes Wen estaban enterados de esto, pero ninguno de los dos bandos comprendía la causa.

Una pista importante fue encontrada por Lan Wangji, quién después la compartió con el, ahora líder, Jiang Cheng. Se trataba de un papel que se supone debía repeler a los malos espíritus.

Pero este había sido modificado en sus trazos con sangre humana, obteniendo así el efecto contrario.

Eso había provocado la muerte de esos cultivadores, pero la pregunta que quedó al aire es: ¿Quién o qué cosa había sido él responsable?

La única persona que tenía la sospecha de la identidad del culpable era Wang Lingjiao, la amante de Wen Chao.

Esta mujer había sido la responsable del ataque a Yunmeng Jiang, ella había provocado la furia de la ya difunta Yu Ziyuan.

Lingjiao estaba completamente aterrada por las últimas palabras de Wei.

Este había jurado que si moría, que los atormentará a ellos y a toda su dinastía hasta el final de los tiempos.

Esto al principio no le tomó importancia, pero en cuanto varios de los cultivadores al servicio de su señor comenzaron a morir de manera misteriosa empezó a tomarse la amenaza como algo serio.

Sin embargo, ya era demasiado tarde, tanto para ella como para los Wen.

Llegaron a un punto que ya no tenía retorno, firmaron con sangre su terrible destino.