04. Cultivador Demoníaco

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—¡Perra!, ¡¿Qué demonios es lo que ocurre contigo?!—. Exclamó Wen Chao cuando noto que Lingjiao lleno demas taza de té y el té empezó a desbordarse.

Lingjiao reaccionó y salpicó un poco de la bebida sobre Chao, después ella se aferró al brazo de él mirándolo con miedo.

Ella necesitaba volver a sentirse protegida.

—m-mi señor, ¿U-usted cree que… esas muertes misteriosas… son obra de Wei Wuxian?...

Wen Chao respondió. —¡Eso es imposible!, Y si él se hubiera podido manifestar no podría escapar de los Túmulos funerarios así que no te preocupes y deja de decir tonterías.

Wang trató de calmarse, quería creer en esas palabras, tal vez la guerra le estaba afectando mentalmente y una vez que los Wen salgan victoriosos todo volvería a estar bien.

Así ella quedó al cuidado de unos guardias Wen mientras su amante iba en camino a acabar con los rebeldes en Chongyan.

Lingjiao trató de mantenerse relajada, más aún cuando por fin llegó la "hermosa" oscuridad de la noche.

De pronto, se escuchó el melodioso y tétrico sonido de una flauta.

Así fue como la vida de la mujer de Wen Chao se acabó, y terminó siendo una más de las muchas marionetas del nuevo cultivador demoníaco.

Mientras esto ocurría, en Chongyan se daba una batalla campal, dónde aparentemente los Web estaban teniendo ventaja, nuevamente muchas vidas de ambos bandos se estaban perdiendo.

Tenían rodeado a Lan Wangji y sujetado a Jiang Cheng.

Wen Chao saboreo su ventaja. —Rindete Lan Zhan, Wei Wuxian ha esperado mucho tiempo por ustedes.

Tanto el líder Jiang como el Segundo jade no entendían a qué se refería, aunque era obvio, ambos se negaban a creer eso.

Pero cuando Wen Chao reafirmó sus palabras, confesando su crimen de haber arrojado a Wei Wuxian a su muerte.

Pero entonces, en un inesperado giro argumental.

El melodioso sonido de una flauta comenzó a hacer acto de presencia, el fuego que consumía el campo de batalla cambiaron a tonalidades verdes.

El joven maestro Wen no entendía qué era lo que estaba ocurriendo, paso de la satisfacción a la confusión para después quedar horrorizado cuando personas con vestimentas de su secta y la piel putrefacta se acercaron.

No fue difícil para los presentes el saber que estás misteriosas personas se trataban de peligrosos cadáveres feroces, estos estaban siendo controlados por el sonido del instrumento musical.

Wei Wuxian había hecho su épica entrada digna de una película.

Los cadáveres feroces comenzaron a atacar, pero únicamente su objetivo eran los cultivadores de Qishan.

Internamente esto provocó en Jiang Cheng una enorme satisfacción, a pesar de que desconocía, por el momento, a aquel que estaba controlado a esas criaturas le estaba muy agradecido.

No le importaba qué método estuviera usando, si iba contra los Wen, aplicaría la famosa frase de "el enemigo de mi enemigo es mi amigo".

Pero por otro lado Lan Wangji pensaba todo lo contrario, puede que aparentemente tengan al mismo rival, pero era incorrecto usar esas técnicas tan inmorales y peligrosas.

No fue hasta que aquel inesperado invitado se acomodó los cabellos que cubrían parte de su rostro acercándose paso a paso hacia un ya aterrado Wen Chao que todos lo reconocieron.

Wei Ying finalmente acabo con Chao y el derrite-nucleos, dónde arles oportunidad de atacar o protegerse.

Y sin una pizca de compasión.

Lan Wangji estaba preocupado, ese no era el joven que él conoció en los recesos de la nube, aquel niño travieso y de gran corazón.

Quién estaba frente a él se veía completamente distinto, y eso no le gustaba para nada.

Quería protegerlo, que dejase de usar esa energía con la que había arrebatado varias vidas justo hace unos instantes.

Entonces, a pesar de no ser un hombre de muchas palabras, tomo todo el valor y fuerza de voluntad que había en su interior y con una expresión que reflejaba cierta tristeza habló.

—Wei Ying… vuelve a Gusu conmigo….

Secretos que Cambian La Historia [Wangxian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora