Capítulo 59: ¡Joder me equivoqué!

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Miércoles 20 de julio

POV Dani

No he podido apenas dormir, y lo que dormí resultó todo en pesadillas horribles donde Juliana estaba brutalmente asesinada. Poché ha estado en la casa todo el tiempo cuidándome a mí y a mis padres. No puedo ver a mi padre ahora mismo, por culpa de él y su estúpida insistencia de meterse en la maldita política es por lo que estamos así.

Poché: Amor despertaste

Dani: Si

Poché: ¿Bajas a desayunar?

Dani: No has dormido

Poché: Amor no te preocupes

Dani: ¿Está él abajo?

Poché: ¿Quién?

Dani: Germán

Poché: Sí está tomando un té, ¿Por qué le dices así?

Dani: Por su culpa se han llevado a Juliana, ¡Por la maldita política!

Poché: Amor tranquila, no creo que sea por eso, la encontraré.

Dani: Pues si no sales de aquí dudo que lo hagas, ¡Hace dos días que no sabemos nada de mi hermana!

Poché: ¿Quieres que me vaya?

Dani: ¡Esta claro que aquí no está!

Poché: Está bien Dani, nos vemos en la noche.

Poché se fue dando un portazo... mierda. ¡MIERDA! Arggg que rabia que tengo, sé que con la que menos tuve que pagarlo es con Poché, pero... Mierda sólo se me escapó. Me acosté nuevamente en la cama y me tapé con las cobijas, al rato entró mi madre en la habitación, las dos nos abrazamos y dormimos un rato juntas.

POV Poché

Ni una pista de Juliana, Dani y sus padres estaban realmente mal, me sentía mal por cómo se dieron las cosas con Dani, pero no me podía molestar con ella, es normal que esté así de asustada cuando su hermana ha desaparecido. Me fui a la oficina a repasar informes para encontrar alguna pista de donde puede estar el paradero de Juliana. Llevó horas en la oficina, estoy viendo el momento previo al asesinato de Jensen, cuando me di cuenta de una cosa.

El abogado usa el teléfono sin embargo no hay ni una llamada registrada en el registro de su teléfono de ese día. Fui a buscar la prueba abajo, tomé el móvil y lo empecé a registrar saqué la tarjeta y no tenía nada raro, correspondía al número que teníamos registrado, y no tenía llamadas ocultas ni nada, entonces decidí abrir el teléfono, fui a hablar con unos compañeros informáticos para que me ayuden, cuando lo abrimos vemos que tiene una tarjeta interna cerca de la batería. Mandé a que analicen todo el aparato desmontado.

Pasaron unas horas cuando me traen el informe de la tarjeta de nuevo, el número no está registrado en ningún lugar, de hecho, dice que proviene de un número de Israel, claramente un número falso. Otra vez una pista vacía.

Poché: Piensa piensa... otra perspectiva...

Busqué los informes de las otras empresas de Jensen, mirando a ver si alguna había llamado a este número, y después de buscar durante horas porque tenía más de 30 empresas, lo encontré, la maldita empresa de máquinas expendedoras había llamado a este número una vez. Cerré hilos, revisé el contrato que tenía Jensen con las máquinas expendedoras, Jensen sólo perdía dinero, ¿Por qué aceptaría un trato así y de tan larga duración?

Fui a ver quién cerró el contrato y pude ver que estaba a nombre de Víctor Draken. Empecé a revisar su historial, aparte de las denuncias de maltrato de su esposa, tuvo un par de delitos por tenencia ilícita de armas, estuvo relacionado con un caso de blanqueo de dinero, se metió en drogas muy joven, pero lleva limpio en teoría 7 años. Llamé a su suegro por teléfono, fingiendo querer saber sobre la relación entre él y su hija.

Mi mejor caso (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora