Epílogo 1

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Sábado 5 de agosto

POV Dani

Estos meses han sido increíbles, era nuevamente verano y estábamos yendo a la casa del lago con los mellis, Marco se fue de campamento a los ángeles con Vale y Poché estaba de baja de maternidad. Parece irreal todo lo que pasamos para estar aquí. Unas manos en mi mejilla me sacaron de mis pensamientos.

Poché: Princesa ya llegamos

Dani: Perdón estaba distraída

Poché: ¿Todo bien?

Dani: Solo estoy feliz de la vida que tenemos – Me acerqué y le di un pico –

Poché: Lo que pasa es que no quieres descargar las cosas

Dani: Eso también

Poché: Sólo porque eres preciosa yo bajaré las cosas mientras tu llevas a los mellis a la habitación.

Dani: ¿Siguen dormidos?

Poché: Sorprendentemente si

Dani: ¿A qué hora llegan los demás?

Poché: En unas horas me dijo Johan.

Dani: Mmm señora entonces tenemos bastantes horas libres, esa piscina se me antoja con usted dentro.

Poché: ¿Sabías que soy muy buena recibiendo órdenes? – Me miró pícara –

Dani: Subo a los mellizos, pongo el escucha bebés y bajo a la piscina.

Poché: Ordenaré todo por aquí y te acompaño.

Subí con Noah en mis brazos y Alana en el portabebés del coche. Por fin un poco de tiempo a solas con Poché, era justo lo que necesitábamos. Llegué a nuestra habitación donde Poché hace meses había montado unas cunas para poder venir a pasar el verano con los mellis y Marco. Primero acomodé a Noah quien era el más fácil de manejar, literal lo podías manejar como quisiera mientras dormía, no le molestaba en absoluto que lo muevan. Pero por otro lado teníamos a Alana, quien al mínimo movimiento se despertaba, Poché y yo estábamos seguras de que podríamos robar un collar de un banco sin que la alarma del detector de movimientos suene, habíamos tenido mucha práctica con Alana. La tomé lentamente en mis brazos, y amagó con despertarse, pero la acuné hasta que conseguí que volviera a dormirse profundamente. La acomodé muy despacio en la cuna y dejé mi mano en su barriga hasta que sentí que podía marcharme. Saqué la mano y noté como los brazos de Poché rodearon mi cintura.

Poché: Son perfectos

Dani: Lo son

Como dos estúpidas nos quedamos embobadas viéndolos hasta que sentimos un olor horrible.

Me separé de Poché corriendo y salí del cuarto.

Dani: Tú turno te espero en la piscina – Le susurré –

Poché: NO VALE

La escuché cuando ya había pasado la puerta y escuchando a los mellizos llorar conjuntamente. Me quedé en la puerta viendo como Poché hablaba con los mellizos mientras cambiaba a Noah e intentaba que Alana dejase de llorar, cosa que no pasaría hasta tenerla en brazos. Cuando terminó de cambiar a Noah lo acostó en nuestra cama y después tomó a Alana en brazos quien rápido dejó de llorar. Los puso a los dos juntos en la cama y les empezó a hacer cosquillas dándole besos en la barriga. Dios mío no podría estar más enamorada de esta mujer.

Dani: ¿Necesitas ayuda? – Dije embobada mirando desde la puerta –

Poché: Chicos miren quien está ahí la mamá que los abandonó por oler mal y por gritona

Mi mejor caso (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora