Sombra solitaria

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Véndele tu alma al demonio de la esquina, aunque la exponga sin comérsela, el interior solo está vacía.
- Shadow, shadow.

Alastor esperaba en el hall del hotel, reviso que ninguna mota de polvo osara perturbar la perfección de su traje. No quería dar la impresión de ser alguien descuidado, aunque sabia de sobra que su cita no dudaba que el fuera perfeccionista, después de todo era su pequeña protegida.

Ah, la dulce e ingenua Charlie, tan dulce. Tan sola.

Y el no podía ser tan desconsiderado, su madre siempre le dijo que ayudara a las damas en apuros. Bueno, si es que las veía como damas y no como presas. Charlotte siempre se tambaleaba entre las dos líneas. A veces presa, en otras una dama.

Se pregunto internamente cual sería esta vez.

Tan divertido, tan exquisito.

Alastor sonrió, amaba las cosas interesantes que estaba pasando en los últimos días. Sus días favoritos fueron los que veía a la rubia con cara de pánico y angustia cada vez que veía como se movían las manecillas del reloj.

Tick Tack.

Cada sonar, cada avance de la aguja roja marcaba que el tiempo se agotaba, o si, el pánico es su rostro en especial cuando caía la noche era como comer el más exquisito de los manjares. Pero puede que el fuera un poco ansioso.

Paciencia, solía repetirse a si mismo.

Porque a veces sentía que los segundos no eran lo suficientemente fugaces, el realmente anhelaba el día que ella llegara con pura cara de resignación aceptando su propuesta.

Más sin embargo el sabía que no debía presionarla demasiado, un animal herido siempre tiene la tendencia de morder y ser más fiero, y el, en estos momentos, no necesitaba de ello. Como buen cazador, sabía de sobra que tenía que hacer que su pequeño cervatillo se sintiera cómodo en su entorno, que no sospechara que clavaría sus garras sobre ella.

Unos pasos lo distrajeron de sus pensamientos, era la sonrojada chica. Se veía lo poco cómoda que estaba.

Su posición alegre se veía cohibida, sus ojos no lo miraban de vuelta, al contrario, se movían a cualquier lado que no fuera el y el pequeño temblor de sus manos no pasaba desapercibido.

Si no fuera por su autocontrol se le hubiera tirado encima como un completo animal en descontrol. Se pregunto si temblaría mas al poner sus colmillos en su cuello.

– A-Alastor – Charlie saludo tímidamente y como le enseñaron sus clases de etiqueta hizo una pequeña reverencia. No era común hacerlo, pero en ocasiones como citas y presentaciones su modales eran sin duda alguna, perfectos.

– Querida – respondió Alastor también aplicando su cordialidad. Sonriendo al extremo le ofreció su brazo para escoltarla. Y pidió a las pequeñas sombras que abrieran las puertas.

– Vamos dulzura, es tiempo de tener algo de diversión.





Charlie estaba sinceramente sorprendida por que se la estaba pasando de lo más bien con Alastor, honestamente esperaba que la cita se tornara incomoda incluso que ocurriera algún accidente o algo por el estilo. No sé, esperaba que Al finalmente se diera por vencido con toda esta estupidez pero como pueden notar por sus mejillas más rojas de lo normal y el trinar de su risa, la estaba pasando espléndidamente.

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⏰ Última actualización: May 02, 2022 ⏰

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Deadly smiles [CharliexAlastor] (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora