— ¿Y bien? — pregunto Charlie con el ceño fruncido insistiendo por una respuesta —
— Sabes que yo no acabe aquí porque quisiera — Vaggie la miro con lagrimas en los ojos, con una melancolía tan lamentable que le cayo como un balde de agua fría a la princesa — Yo solo quería terminar con el dolor.
— Yo no quise — Charlie tartamudeo levemente, al escucharla tan rota no pudo evitar arrepentirse por ser tan dura. Antes de que pudiera decir algo más Vaggie se levantó y salió corriendo con lagrimas en los ojos.
— ¡Oh vaya! — Alastor rio levemente.
— ¡Vaggie espera, no quise decir eso! — pero ella ya había salido.
Con la fuerte migraña presionando sus cienes Charlotte suspiro. Dio media vuelta y miro de frente a Alastor.
— Lamento esto Alastor, tendremos que reunirnos en otro momento. Y disculpa a Vaggie...Ella solo está estresada en los últimos días.
— Y tú también mon cherri, deberías relajarte un poco, ya sabes, sonreír más, nunca estas completamente vestida sin una sonrisa.
Mientras decía esto Alastor se levanto del sillón e invoco su bastón, se sacudió levente el polvo inexistente en su hombro y la miro de vuelta con su usual sonrisa.
— Y ya sabes querida, deberías mostrar más tu autoridad, eres una princesa después de todo.
La última frase incomodo levemente a Charlie, su padre solía recalcarle lo mismo, pero bueno. A diferencia de él, Alastor parecía apoyarla en sus proyectos, o locuras, como bien decía el.
Cuando se quedo sola en la habitación se acostó de nuevo en el sillón. Iría a buscar a Vaggie cuando se calmara un poco, por alguna extraña razón empezó a sentirse somnolienta y sin rechistar se entrego al Morfeo.
Mientras tanto Alastor caminaba por uno de los tantos pasillos del Hotel. Una sombra se deslizo hacia el para transformarse en un pequeño diablillo. Este pareció susurrarle algo a su sombra para irse y luego la misma de el se acercó a sus orejas.
— Ya veo, ya veo. Bueno, al parecer no tendremos que esperar tanto para el espectáculo que se avecina mis queridos amigos. Pronto se abrirá el telón para dar paso al escenario.
Unas risas graves y chillonas comenzaron a reír de fondo.
'Me pregunto si debería ir preparando mi major traje'
En el palacio imperial se encontraba el señor de toda maldad sentado en su trono, con su bella esposa a la par de él, tal y como siempre habían estado.
— Judas.
Un hombre con mil cicatrices en su cuerpo apareció frente a el.
— Llamaba mi señor.
— Manda un mensaje imperial al Hazbin Hotel, se requiere la inmediata presencia de la princesa imperial. El rechazo de esta invitación llevará graves problemas si es rechazada, informa eso.
— Como ordene mi señor.
— Lucifer...
— Es lo mejor Lilith, el tiempo se acorta y ella no puede estar payaseando en sus ridículos sueños. No cuando ellos están prontos a llegar.
— Aún así, esto es demasiado drástico.
— Ella tendrá que sobrellevar esto, si quiere ser una reina tiene que asumir el peso que le vendrá encima. Este es uno de ellos. Además, si no quiere que le arrebate su amado hotel no podrá ignorar esto. Tiene que comportarse como lo que es. Tu como yo sabes que su idea no podrá hacerse realidad. No cuando los humanos tuvieron su oportunidad en vida. No cuando mi padre es demasiado testarudo.
— Bueno, aún así parece que aún le tienes cariño.
— Tonterías.
— Espero que Charlotte no se resienta demasiado.
— Ya te dije que no lo hará.
— Confías demasiado en ella.
— Oh amor mío, mi manzanita nunca podrá odiar a su papi. Yo tampoco lo permitiría, prefiero encerrarla hasta que me ame de nuevo antes de dejarla ir odiándome.
Lilith se rio ante las ocurrencias de su infantil marido.
Habia pasado una semana, una semana en la que no había podido solucionar su discusión con Vaggie y eso lo mortificada.
Una semana en donde Alastor parecía mas feliz de lo normal. Y no es que se quejara de esto, es solo que los escalofríos en su columna le traían un mal presentimiento.
Relativamente todo esta bien en eso, pero, pero como que algo no cuadraba.
En eso se escucho sonar la puerta, sus dos guardianes se levantaron inmediatamente para estar a la par de ella. Su seriedad la desconcertó.
Mientras abría la puerta se preparo a hacer una bola de fuego en sus manos por meras medidas de seguridad.
La persona que estaba frente a ella era Judas, uno de los mensajeros de Lucifer.
Imagen meramente de referencia.
— Saludos Princesa Imperial — dijo inclinándose levemente.
— Judas, diría que es un gusto verte, pero veo que traes noticias algo serías.
Charlotte miro fijamente.
Mientras hacia esto todos los demás que hace unos momentos estaban hablando se callaron, había un tenso ambiente. Sabían que Judas era uno de los subordinados de Lucifer y que viniera el mismo al hotel quería decir que algo serio pasaba.
Husk al ver esto se fue a sacar una botella de wisky mientras Angel y Nifty comiean las palomitas que hace unos momentos estaban preparando para ver una película.
— Estoy aquí para entregar un mensaje de su majestad (mientras decía esto hizo una mueca de disgusto) Se requiere la presencia urgente de la princesa Charlotte Magne, si declina la invitación graves consecuencias traerán su rechazo. Como puede notar esto es una orden imperial.
Al terminar de decir esto se inclino con el brazo estendido señalando la limosina detrás de él.
— Ya veo.
Con un chasquido de dedos se cambio su atuendo a un vestido rojo de corte caído. Se giro hacía atrás y sonrio ligeramente, todos podían notar lo incomoda que estaba con la situación.
— Regreso en un momento. ¿Le pueden decir a Alastor que pasaremos nuestra reunión a otro momento?
— ¡Claro! — respondió Nifty.
— Bien, Judas, vamos.
— A sus órdenes.
Al ver todos como Charlotte se iba se quedaron en silencio.
— ¿Saben? Ella debería vestirse así mas seguido, se ve jodidamente atractiva — comento Angel.
— Bien, ¿Quién quiere wisky?
ESTÁS LEYENDO
Deadly smiles [CharliexAlastor] (+18)
RomanceEDICIÓN DE HISTORIA 2021 Modifique el inicio, tratare de apegarme a la personalidad de los personajes. Con su recién estado de soltería Charlie tiene que descubrir como eludir que su padre la someta a un compromiso por conveniencia, para su desgraci...