- XVII.

845 76 1
                                    

¿Qué hace a un villano

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Qué hace a un villano..?





Esa noche ninguno de los cuatro villanos durmió, todos pensando ¿Era real que eran villanos...?

Entonces, ¿Por qué no se sentía cómo tal..? YunHo se sobresalto cuándo sintió un bulto a su lado, abrió los ojos que estaban brillando en verde, alerta, pero volvieron a ser grises al ver que se trataba de San, que igual que cuando eran niños, se colocaba bajó su ala. Solía hacer eso cuando tenía pesadillas que no eran lo suficientemente aterradoras cómo para hacerlo llorar pero sí para atemorizarlo, nunca se abrazaba a él, sólo se pegaba con su muñeco en su pecho y usando su ala cómo frazada. No lo hacía desde que llegaron.

Yu...— llamó en la oscuridad San — ¿Qué hace a un villano...?

Supongo que, la necesidad de ver a los demás sufrir para tú deleite personal o para calmar el dolor dentro ti — razonó YunHo viendo a las cortinas cerradas que impedían ver el paisaje nocturno.

Yo no quiero ver a los demás sufrir, no soy un villano, YunHo, tu tampoco — le dijo mientras se acurrucaba abrazando su muñeco.

YunHo se quedó pensando, aún cuando San se quedó dormido, no, no quería ver a los demás sufrir, pero era la sombra de su padre y siempre lo sería. Ninguno ahí quería ver a los demás sufrir, pero no tenían opción, era su "destino".

Ese era él destino de todos en el cuarto, ser la sombra de sus padres, no importaba a donde fueran, siempre estarían con la sombra de sus padre sobre ellos. Marcando cada paso, viendo cada error, no tenían el lujo de equivocarse al ser hijos de sus padres.

No podrían tener una vida normal, ya que al más pequeño desliz de indiferencia serían acusados de malvados y egoístas, las cosas funcionaban diferentes y no lo entendían, jamás lo harían.


YeoSang abrió los ojos sin moverse, no era el tipo de villano que su padre había sido, él deseaba ser cómo su madre, alguien que se preocupaba por los demás, medimago tal vez, lo que más le gustaba, le salía y siempre le había apasionado eran pociones, soñaba convertirse en pocionista.

Pero no podía, tal vez su padre le valía un comino, pero Jessi era historia opuesta, esa mujer lo había tomado bajó su cobijo, tenía que retribuírselo de alguna forma. Irónico que esa forma fuera cuidando a uno de sus hijos reales y lastimando al otro, no quería lastimar a ningún integrante de la familia Kim, familia que lo acogió y cuidó, era una deuda moral y un choque de intereses.


HongJoong apretó la mandíbula, su madre ya se había decepcionado de JongHo, él se había ido sin decir adiós.

Descendientes (ATEEZ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora