Los hijos de los villanos mayormente conocidos serán traídos al reino de Wonderland cómo primer mandato del próximo Rey Park SeongHwa.
Sin esperar todo lo que traerían con ellos, magia, fortaleza y un punto de vista diferente de los cuentos de hadas...
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..Fiesta Ajena..
— Todos sabemos cómo es..— explicó HongJoong mientras los cuatro estaban alrededor de una mesa con un plano — Estaremos en el estrado, ustedes estarán de este lado — señalando una bancas — Y yo estaré en primera fila, San. —
— Robare la limusina con el interruptor y regresaré a la isla con la varita.. — completo con desgana, no es que ninguno saltará de emoción pero los sentimientos de traición no se iban a ningún lado.
— Usa esto y duerme al conductor — dijo YeoSang entregándole una botella de un extraño perfume a San, que lo tomó algo curioso — Una roseada y caerá dormido el tiempo suficiente. —
San asintió y guardo la botella, todos quedaron en un aplastante silencio, pesado, tratando de contener un poco el malestar que todo esto les causaba, ya hacía semana que habían renunciado al plan olvidando el pequeño detalle de que no tenían autoridad para hacerlo, San se metió en su cama mientras YeoSang fue a la suya, HongJoong se sentó en el escritorio viendo el libro de Jung, que al pasar por su lado se percató de la página.
— Hong, ¿Quieres romper el hechizo de amor de SeongHwa..? — preguntó viendo que la página iba de eso, HongJoong se colocó un mechón tras la oreja nervioso y encaró a su amigo.
— Sí, bueno, después. —
— Pero...— la replica de Jung jamás se concentró mientras se sentaba a su lado.
— Sólo pensé que, cuando los villanos corran libres, encarcelen a lo líderes, atemoricen a los inocentes y destruyan todo lo que es hermoso, qué SeongHwa siga enamorado de mí sería un tanto...— quedó en silencio unos segundos — Cruel...—
Tanto San cómo YeoSang bajaron la mirada, el hogar de tantas personas iba a ser destruido y el pánico iba a cundir, todo estaba perdido, Wonderland sería igual a la isla de los villanos: gris, mezquina y muerta.
— ¿Me lo prestas..? — preguntó cerrando el libro, YunHo asintió y HongJoong se fue del cuarto a toda prisa, dejando a los demás pensativos.
YunHo se levantó de la mesa para subirse a su cama y dormir, pero al hacerlo vio el jersey con su número de equipo colgado.
Mientras San jugueteaba con el brazalete en su muñeca, sería probablemente lo único que podría conservar de bueno.
YeoSang por otro lado veía todos sus apuntes y notas, una calificación perfecta en un examen, uno de sus logros que de hecho fue celebrado, se sentía igual de miserable que HongJoong, con la diferencia de que él no podía deshacer lo que tenía con JongHo sólo con una galleta, era algo real y se sentía tan bien, ahora pagaría el precio de su egoísmo.
