Todo y nada- Sirius black

Pt.2

-Psss, marls—susurró Craig Abbey, un chico de hufflepuff que últimamente ha estado muy cercano a Marlene Mckinnon, este pasó frente el puesto de Marlene y le dejó una pequeña nota y se fue a su asiento.

"Te vez hermosa,
Nos vemos en el campo de quidditch a las 5:00?"

-Aghh—se quejó Marlene al leer la nota.

-tienes flechado a Abbey, Marls—comentó Lyra mientras anotaba lo que el profesor Binns había escrito en la pizarra hace unos minutos.

-No lo soporto, quiero decir...tuvimos un buen sexo, si, ¡pero no deja de perseguirme!—susurró Marlene, esta dejo caer la cabeza en el escritorio-Ya no lo soporto y no se como alejarme de él porque es tan bueno conmigo.

-solo ignóralo—comentó Lyra echándole un vistazo a lo que acababa de escribir.

-¡No puedo!... ¿no serías capaz de salir conmigo hoy? No quiero salir con Craig—comentó Marlene suplicando.

-Lo siento Marls, hoy saldré con Remus, pero puedes ir con Lily a la biblioteca.

-Aghh

-creo que Dorcas va a ir a hogsmade, pregúntale si puedes ir con ella—dijo Lyra dejando de lado los pergaminos que tenía sobre el escritorio.

-Ohhh claro—Marlene se levantó de su asiento y fue tres puestos más atrás en donde se encontraban Dorcas Meadows y Mary McDonald-oye Dorcas, ¿puedo ir contigo a hogsmade?.

-Claro, vamos a ir con Mary y James—dijo Dorcas.

-¡Señorita Mckinnon! ¡Tome asiento!—regaño el profesor Binns.

-¿Y a qué hora van a ir?—dijo Marlene sin
prestarle atención al profesor.

-¡Mckinnon!

-después de clases—agregó Mary.

-Está bien—Marlene fue a sentarse mientras la mirada enojada del profesor Binns la seguía.

*

Lyra caminaba por los pasillos para llegar a la sala común de Gryffindor hasta que escucho como llamaban a su nombre como un susurro-Lyra...—la chica miró a todos lados hasta que vio la cabeza de Sirius asomándose por una puerta en medio del pasillo, Lyra se dirigió con sigilo, y antes de que pudiera decir algo, Sirius la atrajo hacia el y cerró la puerta detrás de ambos, Sirius comenzó a besarla mientras abrazaba la cintura de Lyra delicadamente, Lyra acariciaba el cabello de Sirius mientras intentaba descubrir en donde la había metido Sirius. Al poco tiempo Lyra le dio fin al beso y miró a su alrededor, habían pociones y cosas raras.

-¿porque me trajiste aquí?—pregunto Lyra con curiosidad, Sirius la miraba como si fuera la estrella más hermosa de el universo entero.

-Solo quería verte...te quiero—susurró Sirius, acariciaba la mejilla de Lyra mientras inclinaba levemente su cabeza y la miraba dulcemente, Lyra sonrío y eso le bastó a Sirius para que estallara de amor, una persona pensaría "no puedes seguir amando de la misma forma a la misma persona por tres años, el amor se desgasta" pero no era así, Lyra amaba a Sirius más de lo que podía imaginar y estaba segura de que Sirius la amaba de igual manera. al principio de la relación, la confianza de Lyra hacia Sirius era muy poca, Sirius solía salir o coquetear con chicas, pero al poco tiempo se dio cuenta de pequeños detalles que la hacían ser especial entre todas ellas.

Lyra nunca supo como reaccionarían ante las muestras de afecto, se pone demasiado nerviosa y no sabe cómo responder, y eso Sirius ya lo sabía y lo comprendía, además le parecía realmente adorable como Lyra, al ser una persona por lo general "fría" se pusiera tan nerviosa, Lyra solo se limitó a sonreír con las mejillas rosadas y evitando el contacto visual con Sirius, el cual besó la mejilla de Lyra haciendo que esta se sonrojaría aún más-¡basta!—dijo riendo mientras alejaba a Sirius de ella. Ambos se sentaron con la espalda pegada a la puerta y quedaron abrazados-...Ya me tengo que ir—comentó Lyra después de unos minutos al ver el reloj de la muñeca de Sirius, el cual soltó un quejido.

Lyra sabía que iba a ser difícil que alguno de los dos se separara de esa comodidad en la que estaban mientras se abrazaban, así que Lyra tomo la iniciativa y se levantó.

*

Lyra caminaba lo más rápido posible por los pasillos para llegar a tiempo a la sala común en donde Remus la esperaba, al llegar a la sala común vio a Remus y peter recostados en el sillón mientras charlaban-¡Hola!—saludo Peter.

-¿Estás lista?—pregunto Remus.