- Kazutora suficiente - suspiro el hombre tratando de quitar al niño de su camisa la cual ahora estaba empapada de lágrimas
Kazutora : Por favor no! No quiero que me lleven! - exclamó aferrándose más a las ropas del mayor
- Se hará el trato o no? No quiero mal gastar mi tiempo - dijo aburrido el comerciante mirando la escena sin pizca de empatia
El chico sintió como era empujado cayendo a la tierra para terminar viendo como le cerraban la puerta en la cara
- Te vas a quedar ahí lo que resta del día? - alzó una ceja en cuestionamiento al menor pero como este no emitía ninguna reacción, volvió a suspirar para agacharse a su altura
- Hmh tienes linda cara, no tienes de que preocuparte - agarró al peli-negro de los hombros para ponerlo de pie nuevamente limpiando los rastros de tierra de su ropa
Hizo una mueca al ver como los ojos dorados del chico desbordaban lágrimas incontrolablemente
- Toma esto - saco el caramelo que tenía en su boca para darseló al menor - Llorar es para las personas débiles acaso quieres ser una? - dijo sin esperar respuesta del chico revolviendo un poco sus cabellos para que lo siguiera
Kazutora a su corta edad lo entendía, no podía regresar a su casa seguramente lo hecharian de alguna otra forma, tenía 2 opciones una ir con el desconocido que le había regalado un caramelo y otra era quedarse en la calle sin estar seguro de que sobreviviera la semana, giro su cabeza y vio al hombre alejarse a paso lento casi como una trampa, limpió los restos de lágrimas en sus ojos y corrió tras de él
- Sabía que no eras débil - sonrió para si mismo dirigiéndose a una de las tiendas de pasada, vio de reojo al chico el cual miraba las telas confundido
- ¿Que se le ofrece Wakasa-san? - dijo sonriente una chica que parecía ser la vendedora
Wakasa : Tres Yukatas por favor Luna-chan - la chica asintió mirando al niño que agarraba al peli-blanco de la manga
- Hoy estuvo de suerte Nee?, este pequeño tiene unos ojos muy lindos - río al ver el pequeño sonrojo del menor llendo por las telas que le habían pedido
Wakasa : Hanemiya cierto? - preguntó mientras alzaba al pequeño en su espalda
Kazutora : Kazutora...Kazutora esta bien - el mayor le sonrió tomando las telas puestas en frente suyo
- Serían 9.000 yenes -
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𝓖𝓮𝓲𝓼𝓱𝓪
Hayran KurguPor que aquél joven rubio era un egoísta que quería el pedazo de arte más bonito para el solo.