-El lindo Angel- |KATSUDEKU|

5

-Hola bienvenido querido. – saludo Inko a Hisashi.

-Hola papá, bienvenido. – dijo el peliverde bajando las escaleras.

El hombre se quitó los zapatos para luego proceder a besar las mejillas de su esposa, pasando junto a su hijo le revolvió el cabello. Pero noto algo extraño, su esposa se encontraba bien vestida, al igual que su hijo, este los miro alarmado. ¿Se había olvidado de nuevo de su aniversario? ¿Era el cumpleaños de su hijo? O tal vez era su cumpleaños.

De los nervios comenzó a sudar y morderse las uñas pensativo.

-Papá tranquilo, no olvidaste nada. – dijo Izuku por la reacción divertida de su padre. Sabía lo muy despistado que era su padre, estaba agradecido de no ser como él.

-Los señores Bakugou nos invitaron a comer. – dijo la peliverde mientras tomaba el portafolio de su esposo y comenzaba a subir a la habitación. –Izuku está muy entusiasmado de ver a su novio asique nos preparamos antes mientras te esperábamos. –

-Mamá no digas eso. – reprimió sonrojado. –Yo solo quería que llegáramos a tiempo. –

-¿Izuku tiene novio? – dijo confundido. La señora Midoriya lo miro, y luego comenzó a reír. Su esposo no recuerda que su hijo está en una relación de ya dos años.

-Papá. – reprimió Izuku en un suspiro. Katsuki incluso se presentó la primera vez "Hola, soy el novio de Izuku" su padre realmente lo había olvidado.

Una hora después estaba la familia Midoriya aparcaba el auto en entrada de la casa de los Bakugou. La señora Midoriya acomodo un poco su cabello y junto con su esposo e hijo tocaron la puerta. Fueron recibidos por una rubia de ojos carmesí, esta le sonrió a la familia. –Hola, pasen son bienvenidos. –

Izuku hizo una reverencia a sus suegros y entro al living donde vio a su rubio explosivo. –Kacchan.- corrió y salto al sofá junto a su novio, pero antes de ni siquiera tocarlo este puso su mano en la cara.

-No me toques, feo. – Puedo morir por culpa tuya, bebé – Me molesta lo feo que eres. –

-¿Me extrañaste? – dijo con su singular brillo en sus ojos.

-Siempre. – abrió sus ojos sorprendido, había vuelto a pensar en voz alta. El peliverde comenzó a ensanchar su sonrisa junto con un leve sonrojo. –Qui-Quitate! TRAERE UN POCO DE TE. – salió del living completamente avergonzado.

Katsuki había comenzado a expresar sus sentimientos más seguidos, intentaba ser sincero con su solecito. Quería que el recibiera todo el amor que se merece. Pero a veces su tosquedad no cedía.

-Hola Inko, te vez preciosa. – alago Mitsuki. –Hola Hisashi. –

-¿he? A Hola...mm- comenzó a sonrojarse por haberse olvidado su nombre.

-Midoriya, fuimos los cuatro a la secundaria juntos. – suspiro Mitsuki molesta. – Soy Mitsuki. –todos comenzaron a reír por la expresión de sorpresa del hombre.

La cena trascurrió con normalidad, los padres recordaban sus momentos de juventud y avergonzaban a los menores con recuerdos de su niñez. Una cena forma y común entre ambas familias que ocurrían desde que la pareja se declararon novios frente a su familia. Suegras felices, suegros confundidos y un noviazgo extraño.

-Oye Katsuki, porque mejor no se van a tu cuarto mientras que nosotros levantamos la mesa. – Jaja le mostrare tu lado oscuro a tu novio. Pensó la señora Bakugou con destellos malvados.

-Y yo porque lo invitaría a mi cuarto. – dijo de mala manera. –Lo llenara de bichos. –

-Kacchan no soy un perro. – dijo Izuku con un puchero. – Vamos a tu cuarto. – dijo para comenzar a subir las escaleras hacia la habitación.

Vieja malvada me las pagaras. –Espera Deku idiota. – corrió detrás de su novio que ya estaba por tomar la perrilla de su puerta. –No entres. –

-No te preocupes, cualquier persona es desordenada. – pero Bakugou tomo su muñeca con fuerza.

-No entres. – dijo voz más severa. Verdaderamente estaba molesto. –Espera aquí. –

-De acuerdo. – dijo sorprendido. Katsuki nunca le había hablado en ese tono, por un momento pensó que lo mataría.

El rubio entro a su habitación para cerrar la puerta nuevamente, se escuchaba desde afuera como se movían muebles, como se movía de un lugar a otro. Luego de un silencio medio largo la puerta se abrió. Katsuki no dijo ni una palabra simplemente dejo la puerta abierta. Izuku tomo eso como una señal para entrar y se adentró.

Todo estaba perfectamente limpio. No sabía que era lo que exactamente estuvo moviendo en su habitación, pero Izuku lo ve normal, como lo era desde que tenía memoria.

El rubio se sentó en su cama apoyado en el respaldar de su cama. Izuku lo imito y comenzó a observar cada milímetro de la habitación, pero el toque en su mano lo saco de su trance. Katsuki había tomado suavemente su mano y la había llevado a sus labios, depositando un suave beso. –Lo siento. – Izuku no comprendió a que se refería, hasta que recordó que lo tomo muy fuertemente de su muñeca. No había marca alguna, pero si le había dolido.

-Te perdono. Kacchan. – dijo el peliverde con una sonrisa. – Te quiero mucho. – beso la mejilla del contrario.

Katsuki sintió su cara arder rápidamente. –No me toques, idiota. – dijo empujando al peliverde fuera de la cama. –Ahora mueve tu trasero aquí, jugaremos videojuegos. – se colocó de pie y comenzó a encender la televisión y la consola. Realmente se sentía muy avergonzado de lo que había ocurrido y las risas de su novio lo hacía poner aún más nervioso.

Pero gracias a mucho esfuerzo no voló la habitación y logro jugar algunas partidas con su novio ante de que partiera de nuevo a su hogar.

-Nos vemos en la escuela, Kacchan. –

-Cállate y vete de una vez. –

-Preparare nuestro ventó para mañana. –

-No lo hagas, cocinas horribles. – dijo en un suspiro. –Los preparare yo, ahora vete. –

Mitsuki veía la ¿Despedida? De la pareja, no comprendía que clase relación había formado su hijo con ese ser de luz. –Debería reprender a eso mocoso. – dijo mirando a Katsuki. Pero su andar fue detenido cuando una mano se posó en su hombro.

-Déjalo tranquilo, aún están creciendo y aprendiendo de ello. – dijo Masuru con calma. – Además, tú eras igual cuando comenzamos a salir ¿Lo recuerdas? – dijo tomando delicadamente la mano de su esposa.

-Ca-Cállate idiota. – reprendió esta avergonzada.

-Adiós. – dijo desde la puerta. Observo como su novio sacaba de su mochila su cuaderno de notas y leía algo en él. Era un verdadero nerd. Se volteó hacia dentro de la casa, donde en las paredes reposaban innumerables diplomas de su padre en la secundaria. Mientras que de su madre solo había un premio de segundo lugar en el triatlón. Su padre también era un completo nerd. –Lo saque de mamá entonces. – susurro pensativo.