Noches del Reino Hechicero 2/2

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Noches del Reino Hechicero 2/2

Ashurbanipal es un curioso lugar dentro de Nazarick, una tierra repleta de arte, historias, costumbres, diversos conocimientos y misterios de dos tierras, de las cuales una había dejado de existir ya hace un tiempo, Yggdrasil.

Todo ese tesoro de conocimientos estaba bajo la protección del bibliotecario en jefe de la gran biblioteca de Nazarick y de la totalidad de sus subordinados no-muertos.

Formando así parte de al extenso, pero a la vez reducido, grupo de Guardianes de Área, siendo uno de los pocos que habitaban las zonas del 10mo piso de la gran tumba de Nazarick.

Puede que no sea el más poderoso, ni el más inteligente de los que compartían su rango, tal honor se lo llevaba el guardián de la tesorería, equiparando en las nombradas cualidades al comandante de defensas de la tumba y a la supervisora de los Guardianes de piso, pero si había algo de lo que podría presumir, aunque realmente nunca lo hiciese por cuenta propia, era de ser considerado como el más sabio de entre todos los Guardianes de Área.

Reputación que en ocasiones resultaba más molesta que honorable.

Pues para él no existe peor experiencia que ser arrastrado por los 5 peores, siendo obligado a asistir a las reuniones de Guardianes de Área, nada realmente oficial, una actividad que realizan haciendo uso del tiempo libre que su amo les había ofrecido tan amablemente, tiempos libres que ocasionalmente coinciden entre sí.

Tal vez en primera instancia no parecía haber relación entre su fama y estas reuniones, y eso pensó él cuando sucedieron las primeras reuniones, pensamiento que cambiaba conforme avanzaban las juntas, pues de a poco parecía volverse más un consejero personal que realmente un invitado a las fiestas.

Claro, tal vez también tenía que ver con que era el único no-muerto que no podría "Festejar" como tal del grupo, prácticamente volviéndolo en la única persona sobria después de unas horas.

Obviamente, era al único al que obligaban a ir, el resto aparentemente estaba contento con asistir cuando se daba la oportunidad, trato que tal vez le haría ver con mejores ojos la reuniones si no fuese que lo arrastraran cada vez que podían.

Desde el gigantesco fogón que era Guren del 7mo piso, hasta la líder de las sirvientas Homúnculo, Pestonya, todos asistían puntualmente, al menos cuando podían...

Hecho que solamente le hizo tomar en mayor conciencia la curiosa y constante falta del Guardián de la Tesorería, casi era como si fuese ignorado... Pero dudaba de aquel hecho, nadie se atrevería a ignorar a un ser creado por un ser supremo y mucho menos uno creado por el líder de estos, además de que seguramente el protector de la Tesorería estaba ocupado con su, claramente, crucial tarea.

No es que rehúya del contacto físico, verbal o escrito, lo apreciaba bastante en realidad, sobre todo cuando todas las partes de la reunión tenían algo nuevo que compartir con sus compañeros, experiencias, experimentos y anécdotas pero había ocasiones en la que sus iguales de rango sobrepasan esas limitaciones.

Convivir no estaba mal... Pero toda persona tiene un límite y el suyo era muy... Tal vez demasiado bajo. Al menos se abstienen de arrastrarlo cuando estaba ocupado bajo órdenes del supremo.

Pero más allá de aquellos momentos, en los que era alejado de su tarea de velar diligentemente por el bienestar de Ashurbanipal con todo su no-muerto ser.

Está siempre trataba de ser una figura de confianza para todos aquellos nativos de Nazarick y a los apadrinados por los Seres supremos, que tuviesen que recurrir a la gran Biblioteca en busca de conocimiento, no importa su rango, especie u origen, todos fueron acogidos bajo las alas de los Seres Supremos, todo eran iguales entre sí.

Overlord Un Nuevo comienzo: Hija de las LlanurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora