III: Primer encuentro.

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Mi vida es espectacular...

*WIIIIUUUUU WIIIIIIUUUUUU*

—¡¡ACELERA RALLEY, AHÍ VIENEN!!—

—¡¡NO ME GRITES AL OÍDO YA TE ESCUCHÉ!!—

En este momento me persiguen varias patrullas, días luego del último golpe que dimos, mi equipo fue cambiado. De nuevo.

—¡¡LES DIJE QUE ERA MALA IDEA ATACAR AL BANCO CENTRAL DEL AZUR LANE!!—

—¡¿COMO IBA A SABER QUE SERÍA MALA IDEA?!—

—¡¡NO LO SÉ, ¿TAL VEZ POR QUE SE LLAMA "JODIDO BANCO CENTRAL DE AZUR LANE"?!!—

Uno de estos idiotas sacó su pistola y me apunto.

—¡¡Cierra el puto pico y acelera si no quieres que tus sesos estén por todo el tapiz de este jodido auto!!—

—...—

Gire el volante bruscamente girando en una curva, la patrulla seguía siguiéndonos pero al menos ya no tenía una nueve milímetros apuntando a mi sien.

Estábamos en medio de la noche, con maletines de dinero debido a la locura que a uno de estos idiotas se le ocurrió.

¡Yo no estaba de acuerdo lo juro!

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Varias horas antes, más específicamente en el edificio del señor Dock estabamos el nuevo equipo y yo.

—Ese es el trabajo, ¿Alguna duda?—preguntó el señor Dock.

—...si—respondí yo levantando la mano.

—¿Que, Ralley?—

—Esto es una locura—dije suspirando

—Odio decirlo, pero estoy de acuerdo con el niño, esto es una mala idea—me respondió uno de los nuevos miembros, un tipo blanco de pelo negro.

La idea era simple, atacar el banco de fondos de Azur Lane y sacar 10 millones de dólares en varios maletines.

"Simple" mis cojones.

—Yo digo que son puras estupideces—dijo otro, yo con el no me llevo bien, es el que horas después me apunto con un arma—Nosotros podemos... Claro, solo si el chamaco tiene los cojones para ponerse al puto volante.

—(Jódete.)—Pensé.—Dije que es una mala idea, no que era imposible.

—Bueno eso lo resuelve. Hagan lo suyo, haré los preparativos y el resto depende de ustedes—

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No lo digan, ya lo sé.

Fue una malísima idea.

¡¡Ahora posiblemente somos criminales internacionales!!

En el auto llegamos a un puente en el que había un embotellamiento.

—¡Okey afuera, vamos a buscar un nuevo auto!—

Asentí y me baje, cada uno tomo una valija con el dinero y empezamos a correr. La multitud no prestaba atención, hasta que encontramos un auto decente, uno de mis compañeros apunto al conductor que era una mujer que segundos antes jugaba con un bebé que estaba en el asiento trasero.

Azur Lane: The Dark Side Of The Sea Donde viven las historias. Descúbrelo ahora