Azur Lane: The Dark Side Of The Sea

X: ... Estallar - Parte 1/2

Autor: Este capítulo será bastante distinto a los anteriores, centrado enteramente en la perspectiva de Ralley de cómo es estar en la cárcel.

Cabe decir que no entiendo bien cómo son tooodas las cárceles rusas pero investigue un poquito para que quede mejor, espero entiendan.

Si más que aclarar, los dejo con el capítulo.

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[Narra Ralley]

Ok, algo de contexto de cómo mierda fue mi estancia en prisión, les di un resumen antes pero el autor es un puto pendejo rellenador de mierda y quiere que les narre como fue este pequeño infierno personal.

Si, es muy necesario para el futuro de la trama, no preguntes, solo gozálo.

[...]

Todo empezó al día siguiente de que hable con Chapayev, fue bastante agradable hablar con una vieja amiga, aunque es difícil mantener pensamientos puros cerca de su aparentemente incubrible escote.

Pero bueno, esa noche me costó dormir.

Al día siguiente me despertaron con unos bastonazos en los barrotes de mi celda.

Al salir pude ver la estructura de varios pisos de dicha prisión, varias celdas arriba y abajo en una estructura larga de 5 pisos de alto.

Rodeando un espacio un poco más grande en el centro, con dos puertas en cada esquina, conducían a la salida, las duchas, los baños y el comedor respectivamente.

Yo al igual que todos estábamos sin esposas, pero no era como que pudiéramos hacer algo contra los guardias armados, deberías ser The Rock o tener ayuda de una fuerza superior para poder salirte con la tuya en este pozo.

—Avanza—el guardia que me acompañaba me empujó, pude notar cierta mirada de desprecio, pero no era un "trato preferencial", al menos no por ahora, los guardias en casi todas las prisiones del mundo odiaban a los reclusos.

Y en mi caso, que prácticamente lidere un ataque atentado contra Azur Lane, literlamente debería estar loco para intentar algo, una excusa, solo eso bastaba para que me ataquen entre varios.

No los culpo, yo también me apalearia a mi mismo por aceptar ayudar en tremenda estupidez.

Lentamente y acompañado por varios Presos hicimos una fila en frente de las celdas para un conteo de rutina. Hacían esto lunes, miércoles, viernes y domingo.

Es más que nada para asegurarse de que nadie intente escapar.

Y ser amenazados constantemente con cosas como que éramos inútiles y que no teníamos permiso ni para hablar entre nosotros era desalentador.

Aunque no era como que quisiera hablar en primer lugar. Esta situación es una mierda, y no tenía intensiones de hacer de esta estadía algo peor.

[...]

—Ten—me dijo el cocinero dándome mi bandeja de comida unas horas después de pasar lista, deslice mi bandeja mientras tomaba uno de los cubos de alimento que nos daban junto a una pequeña taza de café negro.

La comida de la cárcel rusa moderna era una de las maravillas de estos lugares, y en caso de que no lo hayan notado estoy siendo sarcástico.

La comida era medio rara.