Rompecabezas

Capítulo 4 : El rompecabezas de Sano Manjirou

Takemichi le cuenta a Mikey el resultado de su trabajo de una semana en el llamado rompecabezas Sano Manjirou. Él llora mucho.
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Por alguna razón, la forma en que Mikey lo miró en este momento hizo que Takemichi se sonrojara aún más. La terrible comprensión de que todo lo que dijo en este momento equivalía a confesar que, literalmente, pasó toda la semana pensando únicamente en... bueno... Mikey lo golpeó de repente. Pero, vergonzoso o no, eso ya lo dijo, y no había vuelta atrás. ¿Y qué si sonaba como un acosador obsesionado espeluznante? Mikey literalmente lo secuestró, eso los iguala, ¿verdad?

"Está bien, creo que debería comenzar contándote sobre el futuro al que saltó el tiempo después de que disolviste a Toman", Takemichi respiró hondo para ordenar sus pensamientos. “Entonces, después de estrechar la mano de Naoto, abrí los ojos a una recepción de boda. Pah-chin se iba a casar. Todos los chicos estaban allí, con elegantes esmóquines y con grandes sonrisas. Draken…” tragando un nudo en su garganta y tratando de contener las lágrimas, Takemichi se obligó a seguir hablando. No podía enfrentar a Mikey después de mencionar a Draken, por lo que cobardemente bajó la mirada. “Draken e Inupi eran dueños de una tienda de bicicletas. En los futuros anteriores, solo vi a Draken cuando estaba en el corredor de la muerte, así que verlo allí feliz por su amigo fue simplemente... Fue increíble”, Takemichi no pudo evitar que se formara una sonrisa triste en su rostro. “Pah-chin y Peh-yan manejan un negocio de bienes raíces juntos. En realidad, ahora que lo pienso, todos terminaron de la forma en que escribiste en tu carta de la cápsula del tiempo. Mitsuya estaba comenzando su carrera como diseñador, Pah-chin lo ayudó a encontrar un estudio para alquilar. Hakkai fue un modelo y muy exitoso. No es que pueda fallar con Yuzuha como su manager, ¿verdad? Takemichi sonrió suavemente. Recordar ese día fue como una sesión de terapia para él. Dejó de mirar a Mikey cuando empezó a hablar de Draken, y ahora realmente no tenía fuerzas para levantar la mirada de nuevo. Las manos de Mikey también eran bastante interesantes, probablemente podría salirse con la suya mirándolas durante unos minutos. ¿Correcto?" Takemichi sonrió suavemente. Recordar ese día fue como una sesión de terapia para él. Dejó de mirar a Mikey cuando empezó a hablar de Draken, y ahora realmente no tenía fuerzas para levantar la mirada de nuevo. Las manos de Mikey también eran bastante interesantes, probablemente podría salirse con la suya mirándolas durante unos minutos. ¿Correcto?" Takemichi sonrió suavemente. Recordar ese día fue como una sesión de terapia para él. Dejó de mirar a Mikey cuando empezó a hablar de Draken, y ahora realmente no tenía fuerzas para levantar la mirada de nuevo. Las manos de Mikey también eran bastante interesantes, probablemente podría salirse con la suya mirándolas durante unos minutos.

“Smiley y Angry tenían una tienda de ramen, o más de una, no recuerdo bien. Aunque la comida era increíble. Chifuyu era dueño de una tienda de mascotas, Kazutora trabajó con él allí después de que lo liberaron de la prisión dos años antes. Y yo... Bueno, todavía tenía mi trabajo de mierda en la tienda de DVD, lo que hace que uno se pregunte cómo Hina incluso accedió a casarse conmigo. Sí, las manos de Mikey eran una vista muy interesante, porque preferiría que estas manos lo golpearan hasta casi matarlo una vez más en lugar de mirar a Mikey después de mencionar su boda y la de Hina. Aprendió de sus errores.

“Se suponía que nos íbamos a casar en dos meses. Un gran futuro, ¿eh? Takemichi se estremeció un poco ante su elección de palabras. "Incorrecto. No te encontraba entre todas esas caras felices de mis amigos. Le pregunté a Draken. Dijo que eras dueño de un restaurante en el extranjero, ¿puedes creer eso? Takemichi escuchó el resoplido de Mikey. “Bueno, lo hice, pero aún seguía preguntando por ti, porque ¿cómo puedes perderte la boda de Pah-chin por el trabajo? ¿Tú?De ninguna manera. Y luego Smiley me dijo que todos ellos perdieron el contacto contigo hace más de 10 años. Y así terminó uno de mis recuerdos más felices”. Takemichi miró hacia arriba. No es que finalmente se sintiera lo suficientemente fuerte para enfrentar a Mikey, no. Solo necesitaba que Mikey lo viera para lo que iba a contar a continuación. Los ojos de Mikey ya no se veían como los de un niño frente a un acuario. Eran más fríos, pensativos y, tal vez fuera imaginación de Takemichi, pero también estaban un poco tristes.