Rompecabezas

Capítulo 15 : Tulipanes

Takemichi habló con Hinata.
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Takemichi se sentó en el salón vacío de la torre Kanto Manji mirando fijamente frente a él. Estuvo sentado así por lo que pareció una eternidad, pero probablemente fue menos de una hora. No recordaba cuándo volvió aquí de su viejo apartamento de mierda. Que en realidad estaba limpio y ordenado ahora porque Hina se quedó allí durante un mes. Tampoco recordaba lo que Koko le dijo mientras lo alejaba, pero estaba agradecido de todos modos, al menos Koko lo intentó. Podía recordar vagamente a Koko llevándolo aquí como una muñeca inútil y palmeando su hombro antes de alejarse con algunas otras palabras que Takemichi no registró en absoluto. Koko era agradable, eso lo recordaba. Debería agradecerle más tarde.

La charla con Hina fue… Bueno, fue tan mal como se esperaba, incluso peor. Si Takemichi lograba llorar ahora, iría al médico para revisar sus glándulas lagrimales, porque debería ser imposible que una persona llore esa cantidad aterradora de lágrimas.

Pero ahora no estaba llorando, se sentía entumecido. Solo entumecido.

Al principio, no se dio cuenta del hecho de que sus sentimientos por Hina cambiaron. Siempre pasaban tantas cosas y Hina siempre estaba allí apoyándolo, siendo una parte tan integral de su felicidad. ¿Cómo podría eso cambiar? Literalmente dobló las leyes de la física, o cualquier ciencia responsable de explicar el tiempo, porque amaba mucho a Hina. Se casarían y estarían juntos para siempre, eso era lo que él deseaba, ese era su final feliz. ¡E incluso si no se casaron una vez porque él fue y se hizo matar, se casarían la segunda vez! ¡No se hicieron preguntas!

Luego se enojó consigo mismo. ¿Cómo podía hacerle eso a Hina? ¿Cómo podía anteponer la felicidad de otra persona a la de ella? ¿No era esa la única razón por la que la gente se casaba? ¿Para proclamar que esta persona era la persona más importante en todo el mundo para ti? ¿Cómo podía dejarla solo tres días antes de la boda? Y lo que lo enojó aún más fue que ella estaba de acuerdo con eso. Sí, la Hina más joven, pero aún así. Ella simplemente lo entendió y lo apoyó. ¿Cómo era ella tan desinteresada, tan buena? ¿Por qué eligió a una persona tan mala para amar? ¿Por qué no le gritó, le dio un puñetazo como lo hizo aquella Navidad?

Y luego estuvo atrapado en ese sótano durante una semana pensando en Mikey. Mikey dijo esto, Mikey hizo aquello, Mikey actuaba así cuando le decías algo así, a Mikey le gustaba comer esto, Mikey nunca hacía aquello… En esa semana se dio cuenta de que conocía a Mikey mejor que Hina. Incluso el futuro Mikey, Takemichi lo conocía mejor que la futura Hina. Conocía a las personas que lo rodeaban, sabía con qué estaba luchando, sabía qué lo motivaba y sabía a qué le tenía miedo Mikey. Conocía aún mejor al Mikey más joven. Sabía cuál era su comida favorita, su lugar favorito para dormir la siesta, su ropa favorita y todas las demás pequeñas cosas, como el hecho de que Mikey solo ordenó a los niños una banderita especial encima de la comida. Conocía a los amigos de Mikey y también se convirtieron en amigos de Takemichi. Pero él no sabía ni la mitad de todas estas cosas sobre Hina.

Sabía que la amaba, se preocupaba tanto por ella que se cambió a sí mismo para salvarla. Pero al final del día, pasó la mayor parte de su tiempo con una Hina de 14 años, no con una adulta. Entonces, como un hombre de 26 años, la amaba puramente, no de una manera apasionada y completamente romántica. Y en el momento en que eso cambió, bueno, no fue una sorpresa que no se diera cuenta. Él sabía que ella era fuerte, que era desinteresada y buena, que era increíble sin importar cómo la miraras. Pero él no sabía cuál era su postre favorito. Nunca quiso besarla sin sentido, porque, una vez más, ella tenía catorce años la mayor parte del tiempo. Entonces, ¿quizás le encantó la idea de ella? Su primera novia, su única novia. Tan hermoso, tan notable, tan inteligente.

Cuando finalmente tuvo la oportunidad de conocer a la Hina mayor, su futura esposa, simplemente... no lo hizo. No podía recordar qué cambió en ella. No porque ella siguiera siendo la misma, sino porque él ni siquiera la buscó. Ella era Hina y eso fue todo.