Capítulo 9

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Enseñaste un pedazo de tu vida

SAMIRA

—No puedo creer que no te guste el chocolate, que rara eres— dijo el chico a un lado mío con disgusto.

—Si sé que es raro, pero no me agrada su complexión en mi paladar— me encogí de hombros.

Adriel empezó a reír y tomó su celular , nos encontrábamos en el parque de la otra vez me hacía admirar su vestimenta con su pantalón mezclilla, zapatos y una camisa azul que se ajustaba perfectamente a su cuerpo bien moldeado lo acompañaba una sonrisa muy hermosa mientras que su cabello en ese desorden castaño. En cambio, yo traía unos jeans grises una blusa de mangas con la manzana de la película de Blancanieves y mis tenis blancos sí muy aniñado. El clima era frío, pero en estos momentos lo olvidaba por completo, estábamos en el pasto sentados y él traía su camara que posaba en sus muslos.

—¿Qué más te gusta minone?— me miró directo —Háblame de tu música favorita.

—Bueno pues me gusta, las que hablan de décadas pasadas o que sean tranquilas, también escucho de todo un poco Bruno Mars, Adele, Nirvana entre otras.

Él me dio una cálida sonrisa y relamió sus labios, yo me abrace con mis brazos y piernas.

—Y el tuyo cuál es— dije dándole una gran sonrisa.

—Escucha— me acercó su celular.

Reprodujo una de sus canciones pude leer el grupo que cantaba se trataba de Coldplay y la letra era Paradise. termino la canción y me puso otra y pude lograr reconocerla al instante, mis abuelos la escuchan mucho no podía creerlo en este instante que Adriel le gusten los Beatles todo dio vueltas, pero las canciones me gustaban.

—Si que eres una cajita secreta tus estilos de música son adorables, sabes a mis abuelos les gustan los Beatles.

—Así, sé que es un grupo conocido, pero cuando los escucho me transportan a otro rumbo y me desaparecen por minutos de la realidad y eso hace sentirme tranquilo sobre todo cuando paso un día ajetreado y fastidioso en ese momento se siente como anestesia.

—Concuerdo perfectamente contigo— él me miró y elevó la comisura de sus labios.

Todo quedó en silencio por un momento y tuve que sacar mi celular para checar la hora, le podría preguntar a él, pero quería disimular mis mejillas carmesíes.

Se rompió el silencio.

—Te parece si me explicas más a detalle tus gustos, personalidad o vida diaria— dijo relamiendo su labio inferior.

Resoplé con tranquilidad y decidí hablar sin pensar tanto.

—Uhm la mayoría del tiempo estoy encerrada en mi cuarto y solo salgo rara vez o cuando tú me sacas, tengo un perro llamado Copo es muy adorable que es el que ya conoces, me gusta el jugo de manzana y el pan con mermelada, me enfoco más en lo académico tengo buenos gustos en mi vestimenta, y soy una persona con poca estabilidad emocional—  él dirigió la mirada hacia mí y frunció el ceño, eso me saco de mis casillas ¿Había dicho algo que ofendiera?

—Sucede algo— hice mohín.

—Para nada solo que, escuché la oración sobre tu problema emocional— lo miré y pude notar que con sus finos dedos se encontraba jugando con el pasto.

Porque quiero tocar aquel atardecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora