Capítulo 4

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No es un mal momento, sino exacto

—Como se supone que pueda ir a casa de Tiacy sin sentir los malditos nervios—  el chico se encogió de hombros.

—No losé Ethan, se supone que ya llevan cuatro años de relación sus padres te conocen de que te preocupas.

Él tomó una calada de aire  —Eso es verdad solo que tengo miedo que no le agrade mucho a sus padres después de mucho tiempo y mis nervios arruinen todo, me avisó hoy apenas no era de esperarse.

—No veo porque no intentarlo, eres increíble un gran amigo al respecto sus padres notarán eso y vas agradarle oye ella te quiere mucho.

—Tranquila Samira no todo se puede—  lo golpee en el hombro y se quejó —Pero bueno es cierto me va a ir excelente no seré un desgraciado ante ellos—  mencionó orgulloso.

Le alcé los pulgares de aprobación —Eso así se habla verás que todo saldrá bien, en todo caso que no sea así puedes ir a tirarle cartas a su balcón cada noche y tendrán un amor prohibido.

—No es gracioso Samira— pensó        —Aunque pensándolo bien no es mala idea, es tierna y paranoica— carcajeó.

—Quizá—  volteé a ver a un punto inespecífico.

—Te has sentido mejor estos días lo he notado ya pasó una semana lo de Alfie y que rápido lo superaste— con la comisura de sus labios dio una sonrisa sin separar los labios.

Di un suspiro  —Sabes me dolió y llore esas noches, pero oye no es el fin la vida sigue y si esa persona no te amo para que seguir desperdiciando existencia aprendí mucho y estoy bien no me morí tienes que salir por ti mismo—  le sonreí.

Pude notar que se sorprendió por lo dicho, entre abrió sus labios para decir algo lo noté  —Tienes toda la razón me sorprende escuchar eso viniendo de ti, pero es la realidad y se acepta.

Era la verdad a Alfie ya lo había superado no podía seguir invertida hacia a él y que me siguiera hundiendo posiblemente ese problema lo había superado a comparación de mi misma con mi autoestima, pero estaba bien creo que al final de cuenta no fuimos el uno para el otro aparte de que fue un grosero tome las cosas con calma —Supongo—  me digo a mi misma.

—Bueno creo que era momento.

—Me alegra escuchar a esta Samira, verdaderamente eres genial.

—Ya basta torpe—  reí.

—Sabes que cuentas conmigo para lo que sea—  se acercó hacia mi y le dio un leve abrazo  —Animo amiga.

Soltó su agarre alejándose, no les pasa que tienen ese amigo que sin ser mejores amigos están para apoyarte en buenas y malas así tengas que regarla fallando un sinfín de veces ello estarán ahí, bueno así solía ser Ethan con mi persona me agradaba, a pesar de que nos insultábamos y peleábamos en ocasiones, seguía siendo una excelente persona conmigo.

Mi madre de la gran parte de vida que compartí a su lado me decía que en esta vida no hay amigos, pero ¿Qué pasaba con esos que mantenían tu vida para que fueras una gran persona? Con tus propios aspectos esos que solo te daban un empujón para que tú salieras por ti misma.

Porque quiero tocar aquel atardecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora