"EN TUS OJOS"

"CAPITULO 8"

Di todo de mi para qué America se sintiera que no me está perdiendo, y mucho menos piense qué la estoy haciendo aun lado, la verdad no la quiero perder.

La estoy esperando dónde siempre nos vemos, pero aún no ha llegado, le dije que el lunes nos veiamos en el campo de lavanda, a la misma hora que suele venir, pero hoy todavía no llega.

Para esperarla me recuesto en el tronco del árbol y cierro los ojos, me tuve que levantar a las siete de la mañana a manejar y estar aquí a las once y no dormí muchas horas.

No sé cuánto tiempo paso, creo que minutos.

Pero me quedé dormido... De un salto me despierto y me tallo los ojos. Miro a un lado y cerca de mi veo a Amadís sentada en el suelo cortando yerba con la mano.

Que estúpido.

Debió de haber llegado en cuanto yo llegué y se me ocurrió quedarme dormido. Ella no me podía ver sentado acá.

—Amadís.

Susurró y me levanto limpiando el pantalón.
Amadís voltea queriendo escuchar de dónde proviene la voz y se levanta también.

—Joshua... ¿Eres tú?.

—Soy yo. Ya volví.

Me acerco y lo primero que hago es envolverla en un abrazo. Y inalo su hermosa aroma a flores.

—Te estaba esperando, pensé que ya no ibas a regresar.

—Ati ya no te pierdo por nada Amadís. —Digo soltandola del abrazo y ella me regala una pequeña sonrisa__. Solo se me hizo un poco tarde.

Le hecho una pequeña mentira. No quiero que se sienta mal por decirle lo que acabo de pasar.

—Pero de la cuidad te traje un regalo...

Frunce las cejas. Voy corriendo a dónde estaba sentado por el regalo que le compramos ayer a Amadís, y en sus manos le pongo la caja de regaló.

—¿Un regalo?. Nunca me habían regalado nada.

—Pues yo quiero ser el primero en todo. Anda ábrelo ya...

Toca todo por alrededor de la caja.

—¿Me ayudas?.

Le ayudo abrirlo, y lo primero que sacó es el vestido y se lo entrego en las manos. Para que ella lo pueda tocar.

—¿Esto que es?... Su textura nunca la había conocido, pero siento como si fuera... Un ¿vestido?.

—Es un vestido, uno muy diferente a lo que acostumbrás. Es largó de color rojo con puntitos blancos. Me pareció muy bonito para ti, es más creo que es ideal para ti.

No se cansa de tocarlo, y no deja de sonreír.

—¿Encerio me trajiste esto?¿Para mí?. Que bonito Joshua.

—Y espérate que hay más...__Ahora saco las diademas de flores y se las entrego para que Amadís empieze a sentir su textura__.

—Esto se siente como lo que me hacia mi madrina con las flores... ¿Son diademas?.

— Lo son, creo que son ideales para ti.  Una es de color blanca y la otra de colores.

En una mano le pongo la blanca y le digo de que color es, en la otra le pongo la rosa y le digo.

—Muy bien está es la rosa__mueve la mano izquierda donde se la puse__. Y esta es la blanca, creo que ya me la voy a poner para no confundirme... ¿Me ayudas?.

Antes de ayudarla vuelvo a guardar todo en la caja de regaló. Y ahora asi le pongo la diadema sobre su cabello, si fueron hechas para Amadís porque se le ven muy bien.