"CAPITULO 24"

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Rompí en llanto mientras sigo abrazando fuerte el cuerpo sin vida de Amadís... Esto no puede ser real, Amadís aún no puede irse así de esta vida.

No quiero crerme que me estoy quedando solo en esta vida, con este dolor dentro de mi...

Me siento atrudido, la cabeza me está dando mil vueltas... Nunca voy a poder perdonarle esto a Soraya, fue capaz de matar a su propio hermana, fue capaz de asesinar al amor de mi vida.

No pensé que su envidia pudiera llegar a tanto, me acaba de arrebatar de las manos toda mi felicidad. Por culpa de Soraya Amadís está muerta... Muerta.

—Joshua... ¿Pero que pasó? 

Miro sobre mi hombro America viene corriendo, me imagino que se han de ver escuchando disparos. Pero se para en seco cuándo ve a Amadís entre mis brazos, sin vida.

Se lleva las manos a la boca sorprendida.

—America... Amadís... Amadís está muerta, se fue... Nunca más va regresar a mi lado.

La miro con lágrimas en los ojos mientras por dentro me estoy haciendo pedazos.

America se acerca y me toca la espalda suavemente.

—Joshua. No se que decirte. No puedo creerlo si Amadís estaba tan llena de vida.

Dejo despacio el cuerpo de Amadís en el suelo, me limpio la nariz para girarme y abrazar fuertemente a America, ella se inca y me abraza mucho más fuerte para hacerme saber que sigo teniendo a ella.

—Amadís se fue... Ella está muerta America, muerta... ¿Que voy a hacer sin ella? Sin el amor de mi vida. Mi vida se acaba de hacer pedazos.

—Llora lo que tengas que llorar Joshua, desahógate, que aquí estoy yo para ti... Siempre estaré para ti.

Me da un beso en la cabeza, mientras me sigo desahogando en sus brazos.

En estos momentos estoy en shock, no tengo palabras, no me salen palabras para poder describir el inmenso dolor que estoy sintiendo.

Lo único que siento ahora es que me estoy quedando sin vida, que me estoy desboronando... Que puede que mi vida ya no tenga más sentido.

Me separo de America para volver a mirar el cuerpo de Amadís.. Ella está llena de sangre, con los ojos cerrados, inmóvil... Nunca va a volver a despertar, ni abrir sus hermosos ojos color miel esos que tanto amaba.

—Mi amor, Mi bonita, Mi Amadís... ¿Por que? ¿Por que te tuviste que ir?.

Corro otra vez desesperadamente a tomar su cuerpo entre mis brazos y la vuelvo a abrazar, me niego a esta verdad, me niego a aceptar que Amadís acaba de morir.

                                      🤍

Horas más tarde por fin me entregan los restos Amadís, después de haberle hecho la autopsia. Ahora mismo en mis manos traigo las cenizas de Amadís, tal cuál como una vez me lo dijo, me dijo que sus cenizas quería que las dejara ir al mar... Y hoy, quiera o no tengo que cumplirle esa promesa.

Tengo que llevar los restos al mar y dejarlos ir, dónde por fin será libre y feliz como alguna vez lo quiso.

Pero lo que me acabo de romper más por dentro fue lo que me acabo de decir el doctor:

—La jóven Amadís... Estaba embarazada. El feto estaba allí, listo para crecer. Tenía apenas cuatro semanas... Lo siento tanto joven.

Eso fue lo que me rompió más... En Amadís iba a crecer un hijo, un hijo mío y de ella, de los dos.

"EN TUS OJOS"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora