Seven

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Chaeyoung no dejaba de ver a Mina, le intrigaba que su linda ángel estuviera callada y metida en sus propios pensamientos

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Chaeyoung no dejaba de ver a Mina, le intrigaba que su linda ángel estuviera callada y metida en sus propios pensamientos. No podía recordar la última vez en la que, estando las dos juntas, no rieran y bromearan, por lo que se le hacía raro.

Alzó una ceja, decidiendo que no le gustaba para nada ese silencio
tenso.

– Mina – llamó la rubia algo insegura. La aludida volteó la mirada, fijándose en Chaeyoung y haciéndola sonrojar – ¿Estás enojada conmigo?

Mina ladeó su cabeza confundida, ¿le había dado esa impresión? En ese momento notó las expresiones entristecidas de la menor.

– No lo estoy, Chaengie – negó con la cabeza, sonriéndole con levedad – Sólo tengo mucho que pensar – confesó.

Chaeyoung asintió, acercándose a la castaña y entrelazando sus manos.

– ¿Y por eso no dormiste a mi lado anoche? – cuestionó la humana.

Mina suspiró al escuchar esa interrogación. Chaeyoung era bastante perspicaz, aunque ella creía que su protegida no había notado su ausencia.

– Tenía cosas que hacer – comentó vagamente Mina, diciendo tácitamente que no hablaría ni una palabra más del tema.

Chaeyoung sólo asintió. Hace años, la ángel le mencionó que habían cosas sobre su mundo que no podía contar por más que quisiera; supuso que era una de esas ocasiones.

Viendo que Mina todavía tenía una expresión distraída, Chaeyoung aprovechó para abrazarla, enterrando su ruborizado rostro en el cuello de la pelinegra. Sonrió cuando su ángel correspondió al abrazo.

Chaeyoung amaba estar de esa forma con ella. Sentía miles de mariposas revoloteando en su estómago, y a su corazón saltándose varios latidos.

Mientras tanto, Mina pensaba en lo afortunada que era de tener a Chaeyoung; ella era su rayito de sol.

– No dejaré que nadie nos separe, Chaengie – murmuró la más alta en un tono de voz tan bajo que Chaeyoung no pudo escuchar más que un simple murmullo sin sentido.

– No dejaré que nadie nos separe, Chaengie – murmuró la más alta en un tono de voz tan bajo que Chaeyoung no pudo escuchar más que un simple murmullo sin sentido

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Pain || MiChaeng Donde viven las historias. Descúbrelo ahora