Eight

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– ¿Tienes la respuesta de la tres? – susurró Dahyun hacia Chaeyoung, intentando ser lo más disimulada posible

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– ¿Tienes la respuesta de la tres? – susurró Dahyun hacia Chaeyoung, intentando ser lo más disimulada posible.

Mina observó la situación con una sonrisa. Chaeyoung tenía una evaluación bastante importante y todos en su salón estaban en silencio y concentrados, aunque no faltaba los que se pasaban las respuestas en voz baja. Lo que más le hacia gracia era ver a los ángeles de los compañeros de su protegida: algunos se encargaban de ser la voz de la razón para evitar que hicieran trampa, otros estaban distraídos o se burlaban de las malas respuestas en sus exámenes.

Mina volteó la cabeza al escuchar a uno de los ángeles regañando a su protegido, aunque éste lo ignoraba y continuaba copiándose de su compañero de banco.

– Veo que no te está haciendo caso – se burló Mina.

El ángel, Taehyung, suspiró frustrado.

– Nunca me hace caso en estas cosas – refunfuñó con un puchero – A veces quisiera que Jungkook me vea para poder regañarlo como debe ser – continuó, sin notar que la pelinegra se había tensado ante sus palabras – Sé que es imposible que tu protegido te vea, pero me gusta soñar – rió.

– Sí, eso es sólo un mito, es imposible que un protegido vea a su ángel – Mina sonrió forzadamente y luego tragó, sintiendo un nudo en su garganta y pecho.

Cuando Taehyung se giró para seguir tratando de orientar a Jungkook, Mina volteó a ver a Chaeyoung, quien tenía el ceño fruncido y un adorable puchero.

«Nadie puede saber», pensó.

«Nadie puede saber», pensó

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Pain || MiChaeng Donde viven las historias. Descúbrelo ahora