Capítulo 13| Estándares bajos

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Las semanas habían pasado rápido. A dos semanas de no ver a Theo y evitar a Lukas. Probablemente lo mismo que Theo está haciendo conmigo.

Apreté con fuerza la correa de mi mochila y la torcí con nerviosismo mientras me acercaba al Instituto. Como siempre Sophie me esperaba en la entrada y me envolvía el cuello como una pequeña serpiente para proceder a contarme como la pasó con Aarón, preguntarme como sigo o sobre nuevos chismes.

Luego de unos quince minutos charlando,  llegó Aarón y se la llevó a Dios sabe donde.

Si sabes, solo te haces la pendeja.

Hasta que mi conciencia se digna en aparecer, ¿eh?

Muerdo mi labio y no sé porqué la sensación de pesadez se instala en mi estómago; el pasillo quedó en silencio y no le presté tanta atención al principio, al ver que se extendió más de lo normal decido cerrar mi casillero y saber qué pasa. No es hasta que miro al inicio del pasillo que me doy cuenta de que Theo viene con una garrapata encima... Digo, con Alexia colgada de un brazo.

Mi corazón se encogió y las ganas de vomitar se hicieron presente. Mis manos sudaron y una sensación leve de mareo me invadió.

¿En serio? —Fue lo único que pude pensar.

Ella se veía muy emocionada al ver que todos los ojos estaban puesto sobre ellos, y no es para menos, si es hermosísima. Él venía con cara de cansancio y no se le veía para nada emocionado, sin embargo, eso no hizo que la sensación de vértigo disminuyera.

Justo antes de apartar la mirada de ellos y su ridícula entrada triunfante, su mirada chocó con la mía durante unos segundos. Primero vi la alegría surcar en sus hermosos ojos verdes al verme, pero eso pasó rápidamente a una mueca de decepción tal vez al recordar la escena en mi casa. Eso hizo que mi estómago se encogiera aún más, si es que eso era posible.

Sophie llegó a mí y me haló del brazo provocando que quedara frente a ella, mirándola.

—Aura, debemos irnos. — Un pequeño destello de preocupación hizo presencia en sus ojos y yo solo le sonreí para tranquilizarla.

—Estoy bien, Sophie —dije, viendo como inmediatamente procesaba esas palabras sus hombros se relajaban —. Vamos, se nos hace tarde.

**********

Luego del pequeño, y ridículo, espectáculo que presencié traté lo mejor posible de distraer mi mente. Pero una jodida pregunta rondaba mi mente: ¿qué carajos hace Alexia, la ex de Theo, aquí?
 
Probablemente solo quiera joderte la paciencia. Sería interesante arrancarle las jodidas extensiones.

Pero difería con mi conciencia por dos razones:

1- No todo gira alrededor de mí y no necesariamente tuvo que ser para joderme lo que me quedaba en el Instituto. Aunque pudiera estar un poco de acuerdo en esa parte, difiero.

2- Alessia no tenía extensiones, se notaba a leguas.

Cerré con fuerza la puerta de mi casillero provocando que la chica de al lado se sobresaltara.

—Lo lamento mucho. No quería asustarte. —Le dije a una Dixie con cara de cansancio. Fruncí el ceño —¿Estás bien?

Si bien había pasado palabras muy pocas veces con ella, a pesar de que el anterior semestre faltó los últimos meses, me preocupaba su cara ojerosa y cansina.

Dixie era como esa conocida con la que te podías llevar bien, pero sin necesidad de hablar todos los días. Antes de entrar a secundaria nos hablábamos más seguido, pero nunca llegamos a entablar una amistad por situaciones que, siendo sincera, nunca conocí.

Simplemente AuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora