Simplemente Aura

Capítulo 10| ¿Puedo morir justo ahora?

Luego del incómodo silencio y miradas interrogativas, decidí hablar.

—Por lo visto se conocen —Hice una pausa para mirarlos a ambos— ¿Se puede saber de dónde?

¿A ti qué te importa?

Sé que no me importa, pero fue la curiosidad quien habló por mí.

Gracias al cielo sabe que no le debe importar, porque si no...

Theo estaba con el ceño fruncido, Aleksy y Alexia me miraban confundidos.

—Aleksy es mi hermano —. Respondió ella con total naturalidad y un poco de confusión por mi pregunta.

Por un momento me quedé mirándola incrédula, pero luego estallé en una carcajada que hizo que la mirada de confusión de Theo, que estaba en Alexia, pasara a mí.

—No, sí, y yo soy hija de Leonardo DiCaprio —Volví a reír, pero al ver que ella (especialmente) seguía mirándome confundida, paré la risa— ¿es en serio?

La castaña asintió con algo de duda y pasé la mirada a Aleksy.

—Aura, yo..

—¿Fuimos novios por un año y nunca me dijiste que tenías una hermana? —pregunté, con una sonrisa que parecía más bien una mueca.

Ay, pendeja. Se supone que no te debe explicaciones, y menos por algo tan simple como el «porqué no te dijo que tenía una hermana».

Siendo exacta, ni siquiera tuvo el valor de llevarme ante su familia. Siempre fue un cobarde.

—¿Qué? ¿Ahora andas con mi cuñadito? —preguntó él con un toque de diversión en su voz, tratando de ignorar mi pregunta.

Fijé la mirada en Theo y este se tensó ante el apodo de Aleksy.

—Ex-cuñado, ñoño —Iba a reir por el apodo de Theo, pero al ver que Aleksy se puso en defensiva inmediatamente me puse frente a él.

—¿Cuántas veces te he dicho que no me digas así, maldito renacuajo? —Escupió este con molestia.

Juro que si no estuviera en esta situación me hubiera explotado de la jodida risa por sus apodos tan infantiles.

Exclamó la chica más madura del jodido planeta Tierra.

—Theo, mejor vámonos —Susurré para que se calmara. Él asintió y entrelazó su mano con la mía, ocasionando que la mirada de los dos individuos que estaban frente a nosotros se clavaran en ellas.

—Theo, espera... —Pidió Alexia con una voz extremadamente chillona al ver que este me arrastraba como si su vida dependiera de eso.

Luego de ser arrastrada por un muy molesto Theo por un rato, se detuvo a unas esquinas de mi casa.

—Lamento todo lo que ha pasado el día de hoy. Lamento lo de... Tu amigo. También lo de la cita fallida, en serio lo...

—¿Cita? —exclamé entre confundida y emocionada, lo que hizo que Theo ladeara su sonrisa.

¡Dios mío!

—Pensé que había quedado claro. Especialmente cuando te encargaste te puntualizárselo a Alexia —dijo, luego de soltar una pequeña risa.

Sentí el calor subir por mis mejillas y de seguro ya no se distinguía mi cabello de mi rostro —bueno, ya debo irme —Clavé la vista en el suelo tratando de ocultar mi reciente sonrojo.

Qué vergüenza.

Por el rabillo del ojo vi como asentía —¿Quieres que te acompañe a tu casa?