Por unos minutos quedé sin habla. No sabía como se suponía que debía accionar.
Por otro lado un ligero atisbo de celos me invadió, pero lo oculté rápidamente.
No tenía razón para estarlo.
¿O sí?
Ella seguía allí, con la mano tendida hacia mí y yo mirándola estupefacta. Sonrisa perfecta, ondas castañas a ambos lados de su cara y un cutis que me estaba dando envidia de tan solo mirarlo.
Debía preguntarle cual era su rutina de Skincare.
—¿Hola? —dijo aún sonriente— ¿estás ahí? —preguntó, esta vez batiendo la mano frente a mí.
Le tendí la mano y le di un ligero apretón, su sonrisa a leguas se notaba falsa y la mía, aún más.
Ay, Aura, te convertiste en hipócrita. Una chica mala.
—Soy Aura, es un gusto Alexia—. Su sonrisa se enganchó nuevamente.
Por Dios, ¿no le dolerá sonreír tanto?
—¿Me puedo sentar aquí? —preguntó señalando el siento vacío al lado de Theo— no importa, me sentaré.— La miré con la boca entreabierta, ya indignada.
—¿Qué estás haciendo, Alexia? —cuestionó Theo entre dientes.
—¿Cómo que qué, Theo? Estaba en la ciudad con mi hermano, y aproveché para hablar contigo. Pero veo que estás ocupado jugando a ser niñero. —respondió con un sonrisa que quería parecer inocente.
Esta hija de p...
La miré con los ojos entre cerrados y con veneno tiñendo mi voz pregunté:
—¿Cómo que jugando a ser niñero? —crucé mis manos encima de la mesa tratando de lucir intimidante, pero ella ni se inmutó.
Sonrió y posó su atención en mí; me miró de arriba a abajo con burla para luego detenerse en mis ojos.
—Ya sabes, está contigo, aquí. Y por lo que veo no debes pasar de los 12 años, no creo que a Theo le gusten las niñitas. —giró su cabeza hacia Theo el cual la miraba molesto— ¿Verdad, Theo?
Agarrenme, porque la mato.
Theo abrió la boca para responder, pero lo detuve. Me levanté de mi asiento, apoyé ambas manos en la mesa y me incliné hacia ella. Se encogió en su asiento debido a la sorpresa.
—Escucha lo que te voy a decir—repliqué entre dientes— no tengo doce años, y si él me está cuidando o no, no son tus problemas. A ver si te entra en el cerebro, claro si es que tienes. Y por último, Theo y yo estábamos en una cita; cita que arruinaste desde que pusiste un pie en este local. Y si me disculpas me largaré de aquí.
No solía ser así de grosera y explosiva, pero tantas emociones me tenían confundida y sin control. Sé que si lo pienso mucho me arrepentiré de lo que dije.
Me incorporé, arreglé la falda del uniforme, peiné mi cabello con mis dedos y me dispuse a salir.
Sin embargo, la voz de Theo pronunciando mi nombre me detuvo. Me giré sobre mis pies para mirarlo por encima de mi hombro.
—Espérame, vine contigo y me iré contigo —dijo, lanzándole una mirada cargada de veneno a Alexia.
—Pero si acabo de llegar, Theo —dijo la castaña con un puchero, o eso pretendía.
—Precisamente porque acabas de llegar es que nos vamos —respondió él haciendo espacio para salir de su asiento.
Yo reprimí una carcajada al ver la cara de indignación de la ex novia del chico de ojos verdes.
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Simplemente Aura
Teen FictionPara Aura, una joven bastante enamoradiza, el hecho de que su novio haya cortado con ella por WhatsApp fue una estocada directo a su corazón. Desde entonces se ha convencido de que, a pesar de su decepción amorosa, sí existe el amor; solo que no par...