Capítulo III.

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Otra vez despierto, otra vez con los pies en la alfombra de la habitación. Aunque esta vez Odasaku no estaría abajo en la cocina preparando panqueques de avellanas, eso no impedía que se levantara con gran ánimo.

Y pues sólo eran días, porque buenos los sueños que tuvo esa noche con el chico pelirrojo de las escaleras, él si estaba bueno.

Pero dejando de lado sus hormonas juveniles, tomó una larga ducha y se aseguró de acomodar bien sus vendas, ya que apenas poner un pie fuera de la residencia quizás empezarían los maratones de unos diez kilómetros.

Tampoco era la gran cosa, simplemente no le gustaba mucho caminar y lo veía como un desperdicio de energía. Aún así Cubone necesitaba salir de vez en cuando, y por las mismas razones él también tenía que salir a ventilarse un poco y hacer la fotosíntesis aunque no fuera una planta.

Al menos eso decía Odasaku.

- ¡Buenos días alegría~!

Una chica de cabello morado entró saludando como Pedro por su casa, abriendo la puerta de una patada muy energética, provocando gritos demasiado agudos como para haber salido de los hombres presentes en el cuarto.

Algunos de plano estaban escupiendo la comida por el susto, otros ya parecían acostumbrados y seguían desayunando sin preocupaciones.

- Mi nombre es Jez y el día de hoy seré la encargada de darles las debidas indicaciones para la carrera- Se presentó con mucha más calma - Los que ya han terminado por favor pasen con Glaceon, ella los guiará al patio cívico

Glaceon salió de detrás suya, alzando la cabeza con gran elegancia y diciendo con sus patitas que formaran una fila para poder llevarlos al sitio. Poco a poco la mayoría ya se encontraba afuera, y los otros que aún quedaban adentro estaban asaltando la barra de dulces y galletas pokemón.

Nadie iba a culparlos, eran gratis tanto para entrenadores como pokemones. Había demasiada variedad de colores y tipos entre todos, de agua, de tierra, tipo hada, tipo planta, nunca vio tantos en un solo lugar.

Sus ojos brillaban con intensidad, su entusiasmo lo tenía con las piernas temblando a cada paso que daba. La chica les daba la información necesaria, algunos datos interesantes, otras cosas un poco fuera de lugar como su experiencia trabajando con patos explosivos.

- Y eso es todo por ahora amigos míos- Concluyó dando una leve reverencia - Los encargados del evento llegarán en un rato, de mientras pueden disfrutar de nuestras instalaciones, con su permiso

La gente se dispersó por todas direcciones, dejándole algo solitario y al mismo tiempo intrigado sobre lo que haría próximamente. Aunque el pensamiento no le duró mucho al poder divisar un par de chicos con ciertos colores ya conocidos.

- ¡Good morning!- Saludó sonriente - ¿Qué tal su primer día en la ciudad?

- Pues diría que normal a excepción de la noticia que dieron en la mañana- Respondió Atsushi dándole mimos a su compañero pokemón

- ¿Noticia?

- Sólo fue un intento de atraco que sucedió en plena madrugada en las Industrias de Osan, no fue nada grave pero les dio un susto terrible a los trabajadores- Terminó Akutagawa, más relajado de lo normal

- Ja, creo que ni siquiera vi las noticias esta m-mañana- Dijo nervioso, las manos le temblaban ante la idea de tener que socializar otra vez con personas nuevas

Los dos menores notaron aquello, y como buenos hermanos mayores supieron que hacer cuando un ataque de pánico social quería dar inicio. El albino insistió en dar un pequeño paseo por las jardineras, y por otro lado, el azabache se encargó de intentar hacerlo hablar sobre otro tema y que se sintiera menos presionado.

Confianza // SKKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora